INTRODUCCIÓN DE ÓSCAR MARGENET
En esta segunda nota, el reconocido escritor nos confronta con el dilema del calentamiento global aún no resuelto, y el conflicto entre la comunidad científica y los políticos. ¿Lo exageran los primeros, o lo minimizan los segundos?
También nos hace pensar su autor en que hay muchas congregaciones evangélicas en las que –inexplicablemente- se vive una dicotomía entre la maravillosa tarea que tenemos como cristianos de ir a las naciones haciendo discípulos de Jesucristo y el enorme privilegio de ser fieles mayordomos de la Creación de Dios.
CONSUMO DE RECURSOS RENOVABLES Y CALENTAMIENTO GLOBAL
A pesar de lo importante que es el escenario de la contaminación originada a partir del consumo de recursos no renovables, un problema mundial tal vez más grave ha surgido en los últimos años: el calentamiento global. (*)
Este problema tiene tresefectos: el aumento de las temperaturas, el aumento del nivel del mar y la alteración de las condiciones meteorológicas.
Como consecuencia de ellos hay unamayor frecuencia y magnitud de los sucesos peligrosos, tales como huracanes e inundaciones, el aumento de las sequías y la escasez de recursos hídricos. El calentamiento global es probablemente uno de los temas globales más debatidos en la actualidad.
Las últimas muy cálidas semanas de octubre en las llanuras de los EE.UU., caso delestado de Minnesota, similares alos patrones del tiempo en el sur del Mediterráneo y el prolongadoverano en España, han hecho sonar la alarma en la comunidad científica internacional, siempre cautelosa en relacionar los específicos eventos climáticos extremos con tendencias mundiales.
A pesar deestas evidencias, del resultado de la investigación de miles de científicos quese resume en los informes cada vez más alarmantes de la ONU con respaldo del IPCC desde 1990 (los tres primeros dirigidos por Sir John Houghton) ha habido resistencia por parte de muchas empresas y de los gobiernos a la tesis que el consumo de combustibles fósiles es la causa del reciente calentamiento global. Houghton escribe:
"Desafortunadamente,hay fuertes intereses creados que se han gastado decenas de millones de dólares en difundir desinformación sobre el tema del cambio climático. Primero negaron la evidencia científica y, más recientemente, han argumentado que sus impactos no serán grandes, que podemos "esperar y ver" y, en todo caso, siempre podemos "arreglar" el problema si resulta ser sustancial. La evidencia científica no puede apoyar estos argumentos "
Mientras que losargumentos en contra de esta tesis han sido ampliamente rechazadas por la comunidad científica, y la revelación de que enormes fondos de la industria petrolera sonel principal motor detrás de gran parte de las vociferantes declaraciones y escritos de los escépticos, el mundo desarrollado ha sido muy lento para reaccionar a este escenario cada vez más sombrío.
La razón esque cualquier reconocimiento de esta tesis tendría claramente un gran efecto negativo, principalmente en el nivel de vida que es el resultado del consumo de combustibles fósiles en las manos de unos pocos países. La cuestión ahora es que si bien es demasiado tarde para detener el calentamiento global antropogénico, y sus efectos cada vez más preocupantes sobre las generaciones futuras, debemos concentrar nuestros esfuerzos en la mitigación de esos efectos.
Por desgracia, elretraso en la adopción de medidas por parte de los que han causado el problema está teniendo efectos muy negativos a nivel mundial, que afectan a millones de personas en zonas de las costas y, además, las sequías estacionales.
Estamos frente a una importante cuestión de flagrante y repetida injusticia social. La raza humana nunca antes como ahora ha estado frente a un gran número de desafíos que ponen en tela de juicio su propia existencia.
¿Quétenemos que decir los cristianos, portadores del
manual del usuario del Creador, sobre todo esto? ¿Hay algo que podemos ofrecer, o no hay ninguna esperanza?
¿PODEMOS LOS CRISTIANOS OFRECER SOLUCIÓN?
La crisis ecológica se ha atribuido al cristianismo por parte de algunos historiadores y escritores. Lynn White, Ian Mc Harg y otros han argumentado que el mandato del Génesis ha motivado la destrucción del medio ambiente natural.
Sin embargo, una lectura atenta de los textos bíblicos del Génesis, las leyes y las recomendaciones a Israel por Dios en los libros de Levítico y Deuteronomio sobre la justicia social, la prevención de la especulación, el cuidado de los pobres y los inmigrantes, y los principios detrás de las enseñanzas el sábado y el Jubileo, así como la vida y enseñanzas de Jesús, demuestran que el propósito de Dios para el hombre en relación con su entorno es sostenible. El hombre es un «jardinero» o un “administrador” antes que un explotador.
Sin embargo,
es justo decir que los principios bíblicos no eran una prioridad en la cultura cristiana occidental de los siglos 18 y 19, dominada por el mercantilismo, sobre todo en Gran Bretaña.
Una interpretación errónea y parcial de la Escritura es una de las razones por las que la iglesia cristiana no se ha ocupado tanto de la Creación, obra de Dios, como de la salvación de la humanidad, sus criaturas; una clase de evangelio que para muchos no es bíblico. Christopher Wright lo demuestra en sus escritos.”
Con la tercera entrega del 11 de diciembre, concluirá esta serie.
Pero continuaremos con otros artículos. El 18 y 25 de diciembre: ¿Es pagana la celebración de la Navidad? ¿Qué hay detrás del arbolito y de Papá Noel? Y el 1 de enero de 2012: ¿Existieron los Reyes Magos?
(*)
Traducción del artículo original en inglés del propio Óscar Margenet Nadal
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