Recientemente 230 australianos “corrientes” se han tomado cuatro días de descanso de sus ocupaciones habituales para visitar el Parlamento en Canberra. Se prepararon y oraron para hablar, escuchar y debatir sobre la pobreza global.
El año pasado conocieron cerca de la mitad de los diputados y senadores, así como al Primer Ministro y al líder de la oposición, lo que les convirtió en una voz profética y poderosa sobre los Objetivos del Desarrollo del Milenio.
Los cristianos corrientes están descubriendo su papel profético en defensa de la justicia. Es cierto que esta tradición de fe en este último siglo en parte de la Iglesia se ha perdido; no obstante, el Antiguo Testamento nos muestra como personas como José (Gn 41), Moisés (Ex 5 al 10) y Daniel (Dn 2) no eludieron la relación con reyes para conseguir cosas para Dios y hacer la vida más piadosa para todos. Y así, a lo largo de la historia, personas motivadas por la verdad bíblica han intentado enderezar lo torcido.
Elizabeth Fry es una de las personas favoritas de mi lista de cristianos proféticos. Fue una madre y esposa normal y corriente, que deseaba que Dios le mostrara cómo podía ayudar al marginado.Con 20 años,comenzó a repartir comida y ropa para familias desfavorecidas, hasta que un amigo la invitó a visitar la prisión de Newgate.
Las condiciones de la prisión la conmovieron y decidió convertirse en proveedora de caridad y apoyo. Más adelante,
se convirtió en defensora de la reforma del sistema penitenciario: presentó evidencias al Parlamento de la necesidad de cambios, lo que contribuyó a una nueva legislación. Su influencia alcanzó otros países.
¡Y además cuidó y educó a 11 hijos!
Fry se preocupó además de los problemas sociales y económicos de las mujeres en las cárceles, y de su salud espiritual. Quería que fueran capaces de leer la Biblia, tanto como de que tuvieran suficiente comida. Se interesó por una mejora de sus condiciones a largo plazo, estableciendo hogares de paso para las mujeres que salían de prisión donde pudieran estar seguras y adquirir una formación que les permitiera encontrar un empleo.
Partiendo del deseo inicial de Fry de ayudar, Dios la usó como portavoz de la mayoría de mujeres desesperadas en la sociedad del siglo XIX. Fue profética, pues habló la verdad de Dios en una situación que necesitaba un cambio.
Dos siglos después, Zach Hunter, un americano de 19 años, ha descubierto también el poder de la defensa de las mujeres atrapadas en la esclavitud moderna. Se preguntaba acerca de la aparente división entre los que predican el evangelio y los que muestran el amor de Dios con sus acciones.
Recientemente ha escrito: “Estaba en los barrios pobres de Kibera en África y conocí una madre que buscaba una manera de dar de comer a sus niños. Si le hubiera hablado de la necesidad de cambiar su vida, mis palabras no le hubieran parecido buenas noticias, sino crueles. Para mi sorpresa -esta mujer ya era cristiana-; sólo necesitaba que sus hermanos conocieran sus necesidades físicas”.
Así que
seamos defensores, “profetas ordinarios”, que proclamemos los valores de Dios en nuestra realidad social.
No podemos quejarnos de que los políticos sean demasiado sucios, seculares o corruptos si no acertamos a aprovechar cada oportunidad para influenciar para bien.
No buscamos poder, estamos buscando ser una influencia para algo noble, justo y puro.
Plataforma Miqueas: ALIANZA EVANGÉLICA ESPAÑOLA, ALIANZA SOLIDARIA, APEEN, CERCÁFRICA, EMSI MISIÓN, ESCLAVITUD XXI, GRUPO NUEVA VIDA, GRUPOS BÍBLICOS UNIDOS, MISIÓN URBANA MADRID, MISIÓN URBANA SEVILLA, MISIÓN URBANA VALENCIA, MISIÓN URBANA ZARAGOZA, SOCIEDAD BÍBLICA.
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