El ser humano ha venido consumiendo drogas desde la noche de los tiempos.
Las civilizaciones china, griega, egipcia, romana y árabe, entre otras muchas, han conocido y utilizado numerosas sustancias naturales que producían ciertos efectos deseados para los rituales religiosos.
Durante el siglo XVII de nuestra era se empezó a consumir
opio con el fin de tratar ciertas enfermedades tropicales como la malaria. Los chinos introdujeron esta sustancia en USA y a mediados del siglo XIX la adicción al opio era considerada ya como una enfermedad entre los soldados del ejército norteamericano.
La medicina empezó a usar el alcaloide más importante del opio, la
morfina, como calmante para el dolor. En el año 1898, H. Dreser, investigando en la Policlínica Bayer de la Universidad de Berlín, logró sintetizar la
heroína, una droga derivada de la morfina pero mucho más potente que ella. A principios del siglo XX se empezaron a fabricar
barbitúricos y posteriormente fueron apareciendo otras drogas como el
LSD-25.
Desde otros contextos geográficos y culturales surgieron también diversas sustancias que se extraían de ciertas plantas y eran consumidas desde épocas muy antiguas. Las más importantes son el
hachís, llamado también marihuana, grifa o kiff, que se obtiene a partir del
Cannabis sativa, o la
cocaína extraída de la planta de la coca y típica de las civilizaciones andinas.
Es cierto que
el consumo de drogas viene de muy antiguo pero también es verdad que nunca constituyó un problema social tan dramático como el que se ha producido en nuestro tiempo.
¿QUÉ ES DROGA?
La OMSdefine el concepto de droga mediante estas palabras: “Toda sustancia que, introducida en el organismo vivo, puede modificar una o varias funciones de éste”.
De manera que cualquier producto que, con o sin utilidad terapéutica, sea capaz de cambiar la conducta de la persona porque actúe sobre su sistema nervioso central, puede ser considerado como droga.
Esto significa que el tabaco, el alcohol o el café, a pesar de ser sustancias tan habituales, pueden entrar también en esta definición.
Una característica importante de tales elementos es que son capaces de incrementar la tolerancia, es decir, que el organismo se acostumbra a ellos y cada vez hay que aumentar la dosis para conseguir el mismo efecto.
También son susceptibles de crear
dependencia física o psíquica. Cuando el individuo se habitúa al consumo de una determinada droga llega un momento en el que ya le resulta muy difícil prescindir de ella. Depende de la droga para encontrarse bien. En la dependencia física se crea un estado patológico con aparición de malestar y trastornos orgánicos que, en el caso de reducir el consumo o de no disponer de suficiente droga, origina el llamado “síndrome de abstinencia”. Si por el contrario se suministra la dosis habitual, se produce un efecto gratificante, calmante y agradable. De hecho esto último es lo que busca el drogodependiente. En la dependencia psíquica, en cambio, el malestar o la compulsión que origina la abstinencia no es tan intensa y afecta sobre todo al carácter de la persona.
De lo anterior se desprende que la drogodependencia o toxicomanía es una falta de libertad entre la persona y una sustancia determinada. Aquello que originalmente se busca en la droga, la sensación de placer, la evasión de la realidad o el deseo de cambiar la propia situación que rodea al individuo, resulta que se transforman poco a poco en dependencia y esclavitud para el ser humano adicto. Lo que en un principio era una apetencia hedonista se convierte después en una patología tiránica que aliena a la persona.
CLASIFICACIÓN DE LAS DROGAS
Existen diferentes clasificaciones de las drogas o sustancias psicotrópicas. Una de las que se reconoce como más acertada es la siguiente, realizada por G.G. Nahas:
1) Opiáceos: - Opio – Morfina – Heroína - Metadona
2) Psicoestimulantes mayores: - Cocaína - Anfetaminas
3) Psicodepresores: - Alcohol etílico – Barbitúricos - Benzodiacepinas
4) Cannabis: - Hachís, marihuana
5) Alucinógenos: - LSD – Psilocibina - Mescalina
6) Solventes: - Benceno, tolueno, acetonas...
7) Psicoestimulantes “menores”: - Tabaco (nicotina) – Cola – Cafeína - Khat
Entre las principales afecciones e inconvenientes psíquicos o fisiológicos que causan los diferentes tipos de drogas destacan los siguientes. La morfina posee una acción depresora sobre los centros respiratorios, por lo que puede provocar la muerte por parálisis respiratoria. La cocaína en forma de polvo blanco, cuando se toma frecuentemente mediante inhalación es capaz de producir perforación del tabique nasal, ya que la vasoconstricción repetida que provoca origina necrosis o muerte de estos tejidos de la nariz. El consumo intenso de anfetaminas actúa sobre el carácter del toxicómano y puede volverlo irritable, agresivo e incluso violento. El alcohol a la larga provoca, como es sabido, alteraciones irreversibles en el hígado. La inhalación ininterrumpida de solventes como el benceno o las acetonas puede llegar a producir incluso el estado de coma o la muerte. Y, en fin, el tabaco tiene una clara acción cancerígena e incrementa el riesgo de alteraciones cardiovasculares.
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