Breviario del sosiego/ 81

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Las lejanías acercan; las cercanías alejan. ¿Cuándo, pues, se extraviarán esas contiendas derivadas del estar cerca?
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Vivir hoy no es fácil; tampoco lo será mañana. La lucha es por siempre; también la esperanza.
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Lo sobrenatural está tatuado a la existencia humana.
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Mucho se puede decir y callar a la vez: para ello están las palabras y los silencios.
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Algo de Dios en la obra de Olga Orozco: “La realidad, sí, la realidad, / Ése relámpago invisible/ Que revela en nosotros la soledad de Dios”.
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Los puntos cardinales del hombre no son cuatro sino dos: las regiones celestiales y las regiones abisales. Depende de cada quien ser buzo o astronauta. Depende de cada quien ser creyente o merodear el peor de los infiernos: la soledad que desllena el espíritu.
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Hay modas que buscan trocarnos el vocabulario más elemental. A sus artífices les disgusta, por ejemplo, la palabra ‘Fraternidad’, pues prefieren ‘Compañerismo’. Y si hablamos de ‘Solidaridad’ la cosa se agrava. Feo síntoma.
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Ya pocos apelan a la lealtad como fundamento de lo bueno. Cotiza más la infidelidad en todos los órdenes.
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El siglo XXI se nos está volviendo cobarde y espantadizo. Además, el egoísmo continúa extendiéndose como una pandemia mortal.
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Donde el Estado tiene control del sector financiero, la recuperación económica fluye más deprisa. Un ejemplo es el de China. Pero en nuestra Europa unida es todo lo contrario: es el sector financiero quien controla a los Estados, o al menos así nos lo parece, salvo prueba en contrario.
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Vuelve por sus fueros el Indómito. No es que durmiera; es que mucho le ocupó la desinfernalización de todos aquellos que esperaban dividendos de su usura.
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Cristo: pozo o manantial donde hacer el primer descanso.
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Y conoció a su Amor callado…
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Los perros de caza y toda la cetrería furiosa tras la Mismidad de mi sombra.
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