Tiempo de Misión (VII)El crecimiento vigoroso del Pentecostalismo en todo el mundo durante el siglo veinte ha tenido un impacto innegable sobre el protestantismo en general y también sobre el catolicismo.
El movimiento pentecostal, como decíamos en un artículo anterior, puede ser considerado como “protestantismo popular” porque surgió en el mundo de la pobreza, y se extendió mayormente entre los pobres y en algunas de sus características refleja estos orígenes. Pero
ha conservado elementos fundamentales de la identidad protestante: la autoridad de la Biblia como Palabra de Dios, la salvación sólo por la fe y sólo en Cristo, el sacerdocio universal de los creyentes. También ha conservado ciertas notas de lo que podemos llamar la cultura protestante como por ejemplo el papel fundamental de la música en el culto y la mayordomía de los bienes en contraste con la limosna.
Durante el siglo veinte entre los teólogos y biblistas interesados en la misión cristiana se ha dado una nueva búsqueda misionológica respecto al Espíritu Santo y su papel crucial en la misión cristiana. Un estudioso cuya obra es una gran ayuda para comprender los factores externos e internos en la misión cristiana es el evangelista anglicano
Michael Green, quien en los comienzos de su ministerio tuvo mucho éxito en la evangelización de universitarios en Oxford, Inglaterra. Al mismo tiempo el evangelista Green es un estudioso especializado en el Nuevo Testamento como lo demuestra su ya clásico libro
La Evangelización en la Iglesia Primitiva(1), un estudio magistral que resume las investigaciones hasta el año 1970 de cómo se formó y creció la iglesia primitiva, cómo evangelizó, sus metodologías, los factores externos que la ayudaron, y el dinamismo que la movía.
Green llega claramente a la conclusión de que una clave importante para entender esta historia es la acción del Espíritu Santo, y desarrolla con amplitud algunos temas en su libro
Creo en el Espíritu Santo,(2) otro libro importante para entender la relación entre el dinamismo misionero de la iglesia primitiva y la fe en el Espíritu Santo y la apertura a su acción.
Uno de los puntos importantes de la obra de Green y de los estudiosos que mencionamos antes es la comprobación de que en la iglesia del Nuevo Testamento tenemos una clara correlación entre experiencia del poder divino, conciencia de las realidades espirituales, y claridad teológica acerca de la fe.
Hasta bien entrado el siglo veinte pocos pentecostales se habían destacado como teólogos o biblistas. El predominio de la oralidad significaba que la teología pentecostal era oral pero también se expresaba en las categorías de la cultura de la pobreza. Hoy en día tenemos ya varias generaciones de estudiosos pentecostales, personas que desde el ámbito pentecostal piensan su propia experiencia y están estudiando también la Biblia a partir de esa experiencia.
En materia bíblica, por ejemplo, se publicó en 1994 un excelente comentario sobre la Primera Epístola a los Corintios por el biblista pentecostal
Gordon Fee, reconocido como especialista en Nuevo Testamento.(3) Del mismo autor acaba de publicar una obra maestra sobre la enseñanza paulina acerca del Espíritu Santo que refleja al mismo tiempo la experiencia pentecostal del autor y su profundo conocimiento de los escritos paulinos.(4) El misionólogo pentecostal hispano estadounidense Eldin Villafañe nos ha ofrecido en su libro
El Espiritu Liberador un estudio valioso que subtitula “Hacia una ética social pentecostal hispanoamericana”.(5)
El observador cuidadoso encuentra que hay similitudes entre la situación neotestamentaria y la de las iglesias populares hoy en día. Entre las iglesias del Nuevo Testamento había gran variedad y pluralidad. Por ejemplo, la iglesia en Corinto no era algo así como una copia fotostática de una especie de "iglesia modelo" en Jerusalén. Corinto era una iglesia con gran número de problemas éticos, pastorales y teológicos. Pero algo que evidentemente había en esa congregación era la presencia del Espíritu Santo que se manifestaba con ciertos dones en particular. Entonces ¿cuál es la tarea docente del apóstol Pablo que se refleja en sus dos epístolas dirigidas a esta iglesia? La tarea del apóstol era
enseñar la verdad acerca de Jesucristo a una iglesia que ya tiene una experiencia espiritual, pero a la que le falta todavía conocer en profundidad quién es ese Jesucristo en quien han creído, y el significado de creer en El.
Las otras epístolas del Nuevo Testamento también fueron escritas para iglesias así.
Las epístolas no fueron escritas a iglesias cuyos miembros sabían ya de memoria cómo decir todo el credo y el catecismo. Eran personas que tenían una fe viva, pero les faltaba informar esa fe con la verdad del hecho de Cristo y sus consecuencias éticas y teológicas. Posiblemente, al considerar desde el punto de vista histórico y teológico al protestantismo popular latinoamericano, las iglesias populares africanas, o las iglesias de gitanos en España, a veces llegamos a la conclusión que a estos cristianos les falta conocer mejor la Palabra o conocer mejor la verdad de Cristo. Lo que no podemos negar es que tienen una experiencia de salvación y que están abiertos a que se les enseñe.
Mi experiencia y observación de otros es que la cuestión para el pastor o el educador teológico es cómo conectar esa experiencia existente (vida) con la riqueza de la enseñanza cristiana (verdad). El problema que yo me encuentro en la educación teológica es muchas veces el problema inverso. Es decir me doy con personas que se saben toda la verdad, la letra de la fe, pero que no tienen vida espiritual. Les falta la vitalidad. Conceptualmente todo lo dominan. Pero carecen del principio dinámico que hace que esa verdad arda en nosotros de manera que la quisiéramos comunicar a todo el mundo.
Una cuestión misionológica fundamental para el Protestantismo latinoamericano es el peregrinaje de los años que vienen, en el cual las iglesias populares y las iglesias protestantes y evangélicas más tradicionales recorrerán la misma senda en el panorama religioso latinoamericano. De este recorrido común puede se ha ido desarrollando una interacción que traerá un enriquecimiento mutuo.
Hemos tratado de mostrar que las iglesias populares tienen arraigo en la historia protestante, aunque expresan su herencia dentro del contexto de la cultura de la pobreza. El protestantismo de la península ibérica también ha visto el crecimiento notable del movimiento pentecostal en España y al mirar hacia el futuro será importante tomar en cuenta que al caminar juntos los protestantes históricos y los populares pueden aprender unos de otros y enriquecerse para ser más eficaces en su misión.
1).Michael Green La evangelización en la iglesia primitiva Buenos Aires: Nueva Creación, 1997.
2).Michael Green Creo en el Espíritu Santo Miami: Editorial Caribe, 1977.
3).Gordon Fee Primera Epístola a los Corintios Buenos Aires: Nueva Creación, 1994.
4).Gordon D. Fee Pablo, el Espíritu y el Pueblo de Dios Miami: Editorial Vida 2007.
5) Eldin Villafañe, El Espíritu liberador, Buenos Aires: Nueva Creación, 1996.
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