Vacaciones: oportunidad y conflicto

Es posible que después, a lo largo del año, aparezcan frecuentes referencias a lo vivido en vacaciones y se vayan perfilando las del verano siguiente. Año a año los hijos crecen y se empieza a ver acercarse el día en que van a optar por vacaciones a su medida. Hasta ahí todo normal.

La edad en la que los hijos plantan a los padres en vacaciones se adelanta.

Niños y niñas que aún no han cumplido los quince años se plantan y hacen saber a sus padres que prefieren quedarse con los amigos antes que ir con ellos de vacaciones. Aspiran a una edad cada vez más temprana a unos niveles de independencia y libertad para los que no están todavía preparados.

La única novedad está en el posible adelanto de fechas ya que la tensión entre las pretensiones de los adolescentes y la madurez alcanzada no es nueva de este siglo. La cuestión no es la aspiración en sí misma, ni la edad, sino la salida más o menos creativa que los padres vayan a dar a la nueva situación.

Puede que algunos accedan sin más al pensar que es un hecho comprobable que la pubertad se adelanta cada día y que sus niños son más maduros que la media y que ellos son más progres que la media; pero eso no parece lo más sensato.

El momento de dejar a los hijos solos en casa es una decisión de los padres. Ellos tienen la responsabilidad de controlar siempre la situación aunque hay que reconocer que lo tendrán más difícil si los niños han sido educados en que el pedir, exigir y hasta gritar es la mejor manera de conseguir aquello que pretenden alcanzar. El adolescente deberá ganarse la independencia día a día y no de golpe sino a través de las distintas pruebas de la vida cotidiana que le acrediten como responsable, maduro y capaz de actuar con autonomía.

Pidamos que Dios dé habilidad a los padres para que la adolescencia no sea un tiempo de plantes, fisuras, rupturas y desvinculación emocional sino un tránsito-no exento de tensiones y preocupaciones- en el que acompañen a sus hijos hasta que lleguen a ser personas plenamente formadas.