Las primeras previsiones apuntaban a que la recuperación de la crisis económica llegaría a finales de este año 2009. Conforme ha pasado el tiempo, se ha pospuesto esta mejora al 2010. Ahora, algunos expertos dicen que la situación se extenderá aún más.
Síolo en España, sea anunciaba esta semana que se habían superado los 4 millones de parados, la cifra más alta en 11 años. Al menos un millón de familias sufren la terrible situación de que todos sus componentes carecen de trabajo remunerado estable.
Nos encontramos con Ester Martínez Vera -Psicóloga Clínica y Profesora Universitaria, además de conocida escritora y conferenciante- para abordar el impacto que la crisis global produce en el interior del ser humano.
Pregunta (Joel Forster).- ¿Hasta qué punto es importante que las personas tengan una esperanza en el horizonte de que las cosas volverán a mejorar?
Respuesta (Ester Martínez).- La esperanza es siempre básica en la vida. Vivir con esperanza es volar sobre los acontecimientos presentes. Es saber que todo túnel tiene una salida. Es conocer que todo lo que nos ocurre es para nuestro bien. Que después de la tormenta viene la clama. Y que cualquier sufrimiento debe colaborar para llevarnos a una mayor madurez. Nunca seremos los mismos después de un largo túnel porque el poder de Cristo se manifiesta cuando somos y nos sentimos débiles.
P (JF).- Entre las muchas personas que han perdido el empleo hay profesionales muy vocacionales, es decir, para los cuales el trabajo, más allá del salario, es una parte central de su autoestima. ¿Qué pueden hacer para no hundirse emocionalmente?
R (EM).- No dejar de buscar, que el trabajo sea buscar trabajo. Además, y mientras no se encuentra nada, es bueno estar ocupado como voluntarios o haciendo estudios complementarios para poder mejorar el curriculum y, por lo tanto, aumentar las posibilidades de encontrar una nueva ocupación laboral.
P (JF).- En las familias en las que padre y madre están en el paro, ¿hasta qué punto sufren los hijos las consecuencias? ¿Son conscientes de lo que significa para los padres el hecho de no tener ingresos suficientes?
R (EM).- Depende de la edad de los niños, y también de cómo lo vivan los padres. De todas maneras, el refranero casi siempre tiene razón: “donde no hay harina…” es muy probable que el malestar y la angustia se traspase a los hijos. Esa angustia puede ser vivida de forma muy grave por parte de los niños y generar una ansiedad excesiva que les lleve a sufrir miedos, preocupación excesiva, fracaso escolar y problemas psicosomáticos. Es por eso que recomendaríamos que, a pesar de la crisis, vivamos con serenidad y esperanza, enseñando a los niños a ser austeros, a vivir con contentamiento con lo que se tiene pero, a ser posible, no transmitiendo desesperación.
P (JF).- Y desde el punto de vista de los padres, el saber que se tiene la responsabilidad de tirar adelante económicamente la familia, y no poder hacerlo… ¿puede llevar a un sentimiento injusto de culpa, o humillación social?
R (EM).- Por supuesto. Es muy difícil tener responsabilidades y no poder cumplirlas sobre todo cuando hay una familia detrás a la que cuidar y para la que proveer.
P (JF).- Para los que siguen manteniendo el trabajo, ¿cómo se puede superar la ansiedad de pensar que en cualquier día la empresa puede empezar a anunciar despidos?
R (EM).- Viviendo al día. La preocupación no aporta soluciones. Tenemos que pasar cada puente al llegar a él. Sin duda que hemos de ocuparnos pero no preocuparnos.
P (JF).-¿Qué actitud cree que es importante que tenga una persona joven, que acaba de salir de la universidad, que está muy preparada, pero que por su falta de experiencia no tiene oportunidad de encontrar trabajo?
R (EM).- La actitud ha de ser positiva y no de dejadez. El abandonarse, el dejarse caer, no nos lleva a ninguna parte. Por otro lado, si el joven no encuentra el trabajo en lo que se ha formado sería bueno intentar encontrar cualquier otro trabajo. La experiencia siempre es un grado más y el esfuerzo siempre es recompensado.
P (JF).- Y en positivo, aparte de para buscar trabajo, claro está… ¿para qué deberían aprovechar el tiempo disponible las personas que no tienen trabajo?
R (EM).- En cualquier cosa que les ayude a crecer, a ser mejores, a estar más preparados. Recordemos que la economía es cíclica y la crisis pasará y todo lo que hayamos aprendido de este tiempo debería sernos útil. Quizás, después de todo esto, aprenderemos a no malgastar tanto, a valorar más los momentos de abundancia, a apreciar el trabajo y a ser sabios, sabiendo que la riqueza terrenal puede ser frágil y pasajera.
Ester Martínez será una de las conferenciantes en Fórum GBU 2009, un evento del que espera “que el Señor nos ayude a aprender juntos”, concluye. Puede saber más sobre el evento (fechas, programa y otros detalles) visitando
la web del Encuentro.
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