En el pensamiento estadounidense, un billón equivale a lo que nosotros entendemos por mil millones. En opinión de los autores, la cifra de tres billones de dólares parece sensata “y con toda probabilidad se quede algo corta”.
Tal fue la cantidad invertida por el ex -presidente Bush desde que decidió invadir Irak tras más de cinco años de guerra.
Y todo esto, ¿para qué? ¿Qué se ha logrado? La muerte y desaparición de un dictador y la instalación en el poder de otros dictadores. El coste en vidas humanas ha sido exorbitante. El conflicto ha dejado ya más de un millón de muertos, aparte de una cantidad enorme de personas gravemente heridas. Hay dos millones de iraquíes desperdigados por el mundo. A éstos se añaden otros dos millones que han sido desplazados dentro de su país. La mayoría de los iraquíes que han logrado escapar de Irak se han dirigido a Siria, Jordania, a países europeos como Suecia y a Estados Unidos, que a pesar de ser tan grande sólo admitió a 1.608 refugiados, y cada uno de ellos examinado e investigado al máximo.
Por otro lado, los ejércitos invasores perdieron unos 5.000 soldados, la mayor parte de ellos norteamericanos. Los heridos se contaron por miles. En números redondos –dicen los autores del libro- unos 67.000 efectivos estadounidenses sufrieron heridas, lesiones o enfermedades en Irak y Afganistán. De los veteranos que regresaron de esos países más de 100.000 recibieron tratamiento mental; a 52.000 se les diagnóstico el síndrome de estrés postraumático. Otros 185.000 buscaron asesoramiento y servicios de reinserción en centros ambulatorios para veteranos. Hasta diciembre de 2007, 224.000 soldados norteamericanos retornados al país pidieron compensaciones por discapacidad. Afirman los autores del libro que los contribuyentes deben miles de millones de dólares a los veteranos con derecho a compensación obligatoria por discapacidad, asistencia sanitaria y otras prestaciones.
Por otro lado, la guerra de Irak ha asestado un duro golpe a la economía del país. En Irak existía una próspera clase media y la mayoría de los iraquíes tenían grandes esperanzas puestas en el futuro, una vez que su país quedara libre de la carga del embargo al petróleo impuesta por Estados Unidos.
Antes de la guerra, el cólera era extremadamente raro en Irak. Actualmente supone una grave crisis sanitaria. El cólera se ha extendido a nueve de las dieciocho provincias a lo largo y ancho de Irak. Se han confirmado más de 3.315 casos y 30.000 personas están enfermas con diarrea líquida aguda, síntomas del cólera.
Los autores de LA GUERRA DE LOS TRES BILLONES son dos pesos pesados de la economía y la política en Estados Unidos. Un hombre y una mujer que han dedicado largo tiempo a la investigación utilizando los beneficios de la técnica moderna.
Joseph E. Stiglitz fue Premio Nobel de Economía en 2001. Actualmente es catedrático de Economía en la Universidad de Columbia. Fue asesor de temas económicos con el ex –presidente Bill Clinton. La coautora, Linda J. Bilmes, ha ocupado un alto cargo en el departamento de finanzas del Ministerio de Comercio de Estados Unidos. Ahora mismo dirige la cátedra de la misma asignatura en la prestigiosa Universidad de Harvard.
Son dos prestigiosas autoridades en temas económicos.
Las 380 páginas del libro se dividen en 8 capítulos y cuatro apéndices. A continuación de un prefacio que ocupa 12 páginas, los autores escriben sobre estas cuestiones: ¿De verdad son tres billones? El coste para el presupuesto nacional. El verdadero coste de cuidar a nuestros veteranos. Los costes de la guerra que el gobierno no paga. Los efectos macroeconómicos de los conflictos. Las consecuencias mundiales. Cómo salir de Irak. Aprender de nuestros errores: reformas para el futuro. Los cuatro apéndices que siguen tratan de documentos utilizados en la elaboración del libro y algunas claves sobre los métodos empleados en su redacción.
Las páginas están repletas de datos y cifras que estremecen, electrizan. ¿Y qué ha resuelto esa guerra estúpida? No pasa un día sin que se produzca un atentado en ese hermoso país, que fue cuna de la humanidad.
Allí quisieron judíos rebeldes construir una torre cuya cúspide llegara al cielo. Allí construyó el rey Nabucodonosor los jardines colgantes que regaló a la mujer que amaba su corazón. Sus dos principales ríos, el Eufrates y el Tigris, regaron el verdor del paraíso.
En palabras de los autores, “está claro que la invasión estadounidense de Irak fue un terrible error…Estados Unidos ya ha pagado cara su invasión de Irak. El coste más evidente es el que pagan las tropas… De hecho, la guerra ha resultado enormemente costosa tanto en sangre como en erario…Unos números estériles jamás podrán transmitir el dolor de aquellos que han muerto o han sido heridos y marcados de por vida”.
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