Una de las preocupaciones mostrada por la teoría de la globalización tiene que ver con la inmigración de personas de un país a otro, generalmente en busca de mejores condiciones de vida.
Se considera que la pobreza y la desigualdad social constituyen una amenaza para los países ricos, que están siendo invadidos por masas humanas procedentes de naciones pobres. A través de las fronteras terrestres de Estados Unidos entran cada año 800.000 inmigrantes legales y casi medio millón de ilegales, aunque algunas fuentes doblan esta última cifra. Lo mismo ocurre en los países de la Europa industrializada como Francia, Alemania, Inglaterra, Suiza, Italia, Holanda y otros. Estos países cuentan ahora mismo con millones de inmigrantes procedentes de Asia, África, América Latina y, últimamente de los países del Este de Europa que estaban encuadrados en el bloque de la Unión Soviética.
El hecho de la inmigración empieza a preocupar en España, que cuenta ya en sus ciudades con unos cinco millones de personas que han dejado sus casas para buscar trabajo y comida donde se cree que los hay.
Simarro destaca el aspecto sociológico y hasta político de la inmigración, pero el enfoque del libro va dirigido hacia lo teológico, lo bíblico, lo evangelístico, lo espiritual. “Los seguidores de Jesús –dice el autor- debemos ser un ejemplo capaz de transformar toda política y toda norma, sea social, jurídica o religiosa, para hacerla más solidaria. Aunque para ello haya que levantar voces de denuncia como hicieron los profetas”.
“Inmigrantes, el multiforme rostro de Dios” consta de 32 capítulos muy breves. Todos ellos fueron publicados entre septiembre de 2007 y junio de 2008 aquí, en Protestante Digital. El director de esta revista por internet, Pedro Tarquis, afirma en el prólogo que “los artículos son profundos, pero agradecidos de leer a los ojos y al entendimiento. Su rigor y abordaje de temas complejos no van reñidos en absoluto con la amenidad y la sencillez”
Juan Simarro es licenciado en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid. Amplió estudios en Alemania y fue profesor de español para alemanes. Cuando se instaló definitivamente en España fundó Misión Evangélica Urbana, entidad totalmente volcada en ayudar a personas en desventaja social. Su incansable labor, la entrega de su vida al servicio del necesitado ha logrado que Misión Urbana se implante en otras ciudades españolas tales como Zaragoza, Valencia, Sevilla, Málaga y Vigo.
La petición de Pedro, Santiago y Juan a Pablo y Bernabé, que se acordaran de los pobres como parte de su proyecto misionero, ha sido plenamente asumida por Simarro. De esto dan fe los títulos de libros escritos con anterioridad al que estoy comentando: CRISTIANOS ANTE LA POBREZA, DESDE EL CORAZÓN DE LA CIUDAD, SENDAS DE SUFRIMIENTO, JESÚS, EVANGELIO DE DIOS A LOS POBRES, y otros.
Cuando escribe, Juan Simarro tiene en cuenta palabras del apóstol Pablo: “Si no tengo amor, nada soy”. Sus artículos, sus libros, re velan un amor sin reservas hacia los seres marginados. Y lo que escribe lo vive. Ha elegido la opción del desprendimiento personal a favor de los que nada o casi nada tienen. Ahora mismo Simarro es la cara amable del Protestantismo español, el hombre que da todo a todos. Si el amor que profesamos a Dios no podemos darlo a los demás, estamos malgastando nuestras energías, según decía San Agustín.
A mi juicio, en “Inmigrantes, el multiforme rostro de Dios”, destacan cinco capítulos: “Inmigración y pluralismo religioso”, “Dios mercado, globalización y migrantes”, “Los inmigrantes y el Antiguo Testamento”, Iglesias étnicas en España” e “Inmigración y evangelización”. En este último capítulo el autor afirma que el diálogo entre las culturas es previo y también simultáneo a la evangelización. Añade: “¿Cómo se va a poder evangelizar si no hay previamente una actitud respetuosa de escucha y acogida del otro, del diferente a mi? ¿Cómo vamos a contextualizar nuestro mensaje en la ciudad intercultural si no conozco los valores positivos o negativos de éstos hombres que se mueven dentro de un escenario cultural diferente?”.
No sólo este párrafo, todo el libro de Simarro contiene abundante materia para la reflexión. Porque el pensamiento debe ser en nosotros una función vital, como la circulación de la sangre.
Nota:
Si desean adquirir el libro pueden dirigirse a Misión Evangélica Urbana de Madrid, correo electrónico:
[email protected] (ISBN: 978-84-935548-3-5).
También pueden escuchar aquí una
entrevista de Esperanza Suárez a Juan Simarro sobre “Los migrantes, el multiforme rostro de Dios” (audio, 8 Mb). En el trata de forma amplia todos los temas relacionados con la inmigración y la fe cristiana.
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