Tráfico de personas

Han pasado más de dos siglos desde que se abolió la esclavitud pero se siguen cometiendo intolerables atentados contra la libertad y la dignidad de los seres humanos. Se trata de un problema grave de ámbito mundial.

Hace pocos días un periódico nacional publicaba un informe sobre Sonapur —ciudad de oro, esa es la traducción—. Es un conjunto inmenso de barracones en pleno desierto a treinta kilómetros de Dubai. En ese campo de trabajadores se alojan más de ciento cincuenta mil emigrantes procedentes de India, Pakistán y Bangladesh vigilados por guardias de seguridad.

Se trata de una zona parcialmente encharcada por aguas fecales que la convierten en algo pestilente.

Gente endeudada con sus propios traficantes por el precio del pasaje y los papeleos, a quienes les arrebatan el pasaporte al firmar el contrato laboral y no se les devuelve hasta que expira al cabo de dos años.

Aislados del mundo exterior son obligados a trabajar jornadas de doce horas a más de 50 grados centígrados en la horas más intensas de sol. La empresa atrasa el abono de salarios cuando le apetece y es frecuente que les paguen menos de dos tercios de lo pactado.

Mientras tanto nuestros telediarios con su avalancha de noticias pasando de un tema a otro en cuestión de segundos sin que tomemos conciencia de la magnitud del problema, sexual y laboral, nacional y mundial.

Es hora de cambiar la indiferencia por indignación y sustituir el «no va conmigo» por «no se puede consentir». Decidir que «algo hay que hacer» y dejar el «qué le vamos a hacer». La solución definitiva no está en nuestra mano pero eso no significa que no podamos hacer cosas que están a nuestro alcance.

La campaña lanzada por la Alianza y auspiciada por “Stop the traffik” es una buena oportunidad y puede ser un primer paso para implicarnos con realismo y dentro de nuestras posibilidades en la defensa de la libertad, la dignidad y los derechos humanos.

Podemos sensibilizar a otros para combatir la venta de personas, proteger a las víctimas de acoso o abuso y conseguir que los traficantes sean enjuiciados.