Se enfrentan en la segunda vuelta Dilma Rousseff, candidata por el PT, Partido de los Trabajadores, que cuenta con el respaldo activo del presidente saliente. El otro candidato es José Serra, que representa al Partido de la Social Democracia Brasileña. Las encuestas, son claramente favorables a Dilma Rousseff, pero se están viviendo las decisivas jornadas previas, para saber a quienes votarán los ciudadanos que elevaron hasta casi el 20 por ciento, a la candidata de los verdes, la evangélica Marina Silva. La dirigente ecologista, ha dejado en libertad a sus seguidores, para que puedan votar en conciencia, y por tanto no ha elegido a ninguno de los dos candidatos para apoyarlos.
En este clima, desde importantes sectores del movimiento evangélico, se ha generado una fuerte tensión, como consecuencia de la comprobación de algunos hechos preocupantes y sobre todo, por el futuro con relación a lo que puede llegar a ocurrir.
Por lo menos cuatro figuras representativas de la televisión de Brasil, debieron abandonar parcial o totalmente los programas que conducían, en lo que se considera, una forma de censura más o menos encubierta. A estos hechos, siguieron otros, que suponen formas sutiles de persecución religiosa.
En este contexto, los líderes evangélicos, se habrían decantado por la candidatura de José Serra, no porque se lo considere el mejor, sino porque ofrece más garantías con relación a las decisiones que eventualmente pudiera tomar el Partido de los Trabajadores (PT), a través de su líder, Dilma Rousseff. El nuevo gobierno de PT, caso de salir electo, orientaría sus acciones en la misma dirección que Venezuela y Bolivia, con un franco apoyo a Cuba, y con un total respaldo a Irán, lo que supone compartir su voluntad de hacer desaparecer al Estado de Israel y a sus habitantes. Incluso, se comenta, que la candidata Rousseff, estaría recibiendo apoyo económico, en forma indirecta desde Irán, aunque como todas estas cosas, son muy difíciles de comprobar.
El candidato a vicepresidente por la Social Democracia Brasileña, ha denunciado las peligrosas relaciones entre el Partido de los Trabajadores y las FARC colombianas, lo que actualiza el pasado subversivo de la candidata Rousseff. En este sentido, se recuerdan sus declaraciones, que ni siquiera Jesucristo sería capaz de quitar la victoria de sus manos.
Por todas estas razones, un importante sector del evangelismo brasileño, está orando por:
- Que no se concrete la continuidad del gobierno del Partido de los Trabajadores.
- Porque no se instale en Brasil un gobierno de inspiración satanista solapado con el comunismo.
- Para que no haya ningún tipo de derramamiento de sangre, para dar continuidad al gobierno del Partido de los Trabajadores.
- Para reprender todas las hechicerías que se puedan haber hecho sobre José Serra, candidato a presidente por la Social Democracia Brasileña y contra su candidato a vicepresidente, Indio Da Silva.
- Por la plena vigencia de la libertad religiosa en Brasil.
- Por la continuidad del estado de derecho y la libertad en el país.
- Por la preservación de los valores cristianos, por la familia, en contra del aborto y de llamar matrimonio, a las uniones entre personas del mismo sexo y su imposibilidad de que puedan adoptar a menores de edad.
Este comentario, ha sido elaborado en base a distintos informes recibidos desde Brasil y reflejan, la preocupación por los acontecimientos que puedan llegar a ocurrir al país y principalmente, a los cristianos evangélicos y a la Iglesia de Cristo.
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