El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Un sentimiento de profunda alegría al saber que al alzar el vuelo por fin recibirá el galardón prometido y esperado.
Dos masas girando, la una alrededor de la otra, hacen vibrar el espacio, y estas vibraciones se propagan a la velocidad de la luz. Esas son las ondas gravitacionales.
Vida y muerte. La jovialidad frente a los desechos de un cuerpo raído por el tiempo.
Habría que retomar el mandato de Dios a sus profetas de que gritaran a voz en cuello poniendo voz a la denuncia y al grito de los pobres.
En aquello que muchos ven adversidad, yo quiero ver oportunidad.
Video viral de un cangrejo que huye de un restaurante armado con un cuchillo.
Quiero reconocerte en mis labores cotidianas, verte reflejado en ellas. Quiero que te manifiestes a través de mis palabras, de mis acciones más comunes, de mi trato con los demás.
¿Por qué empeñarme en ver desde mi propio catalejo? Él siempre utiliza escenas comunes para recordarme que soy diferente.
Prendidos a la existencia, cuesta doblegarse a la triste idea de desprendernos de las herramientas de trabajo rutinario y poner punto final a la trayectoria que llamamos vida.
Poesía de Rebeca Montemayor, tomada de la Red de Liturgia Clai. (selecciona Isabel Pavón).
Os invito a que en este nuevo año los días estén plagado de ganas por hacerlos diferentes.
La llegada del Mesías ha sido ensombrecida por una gruesa capa de exceso, una desmedida manera de celebración que con torpeza ha interpuesto la fiesta anulando al festejado.
Itiel Arroyo propone aprovechar la creatividad y todos los sentidos para que lo que predicamos quede grabado en la mente de las personas.
Mi hija me enseña a no ser tan políticamente correcta y a ser más auténtica. A ser hija de Dios en todos los ámbitos.
Juntos, hemos pintado un arco iris en la nueva maleta y en ella hemos introducido sueños.
Estaba allí, frente a aquel problema, un gigante que lo amenazaba y ridiculizaba cada día.
No es la primera vez que dejándose arrastrar por el pasado pierde la conciencia del ahora y se funde en la tristeza...
Cuando somos capaces de empatizar con el que sufre y ofrecer nuestra ayuda, conjugamos el amor de Dios.
El varadero ha de ser un lugar de paso, no un sitio para permanecer perpetuando el dolor.
He de aguardar, esperar a que pase esta llovizna y pueda así recoger el fruto de mi dolor.
Hay ausencias que se van asumiendo con el tiempo, otras en cambio sólo las puede restaurar la ilusoria proximidad, el acercamiento, la humildad, el perdón.
No quiero dejar pasar más tiempo y envejecer con una identidad que no me es afín.
Yo deseo frutos, pero hoy sólo tengo semillas. Semillas que plantar, regar, cuidar.
En más de una ocasión me he preguntado por qué Dios nos traza un recorrido tan angosto en vez de facilitarnos la travesía.
No hay una justificación mayor para este artículo que compartir unas obras que han sido importantes para mí, que han supuesto descubrimientos genuinos y un placer literario que en ningún caso se nos ha prohibido.
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