El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La historia de Ruth Stapleton y de Larry Flynt te muestra lo que era el cristianismo evangélico antes de convertirse en la moralina conservadora con la que ahora se asocia.
Si hay una demostración evidente de que la vieja y seductora promesa de la serpiente, ‘seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal’, se ha hecho realidad, es esta irreprimible propensión judicial que tenemos.
En ese momento de la historia de las eternidades, cuando Jesús estaba colgando del madero, se estaba produciendo un evento jamás visto.
No olvidemos la esperanza y el consuelo futuros que supondrá permitir que las personas mueran bien.
Lo que comenzó pareciendo una liberación, se convierte en una degradación, bajo la sutil fascinación de la promesa de progreso y avance.
Hay otra clase de muro que es mucho más importante que los hechos de piedra y es el muro espiritual y moral que ha de circundar el corazón.
Cuando las palabras van muy por delante de los hechos, esa misma descompensación se convierte en un auténtico problema.
En su resumen anual, la aplicación móvil muestra unas cifras de impacto sobre cientos de millones de personas y en países en los que la libertad religiosa no está garantizada.
Cuando contamos la historia de nuestras propias familias tendemos a maquillar o negar los eventos deshonrosos. La Biblia, en contraste, no oculta.
Porque somos humanos y todo lo humano se puede tratar, para nosotros son importantes las historias que reflejan nuestro dolor y, al mismo tiempo, nos recuerdan que podemos ser amados, perdonados e incluso salvados.
Poema del encuentro con Jesús. ¿Le encontramos o Él nos encuentra?
Si es razonable aceptar unos mandamientos ¿no será más razonable aceptar los otros Mandamientos? Si en unos nos va la salud y la vida, en los otros nos va también la salud y la vida, pero en una dimensión infinitamente mayor.
Podemos amar a muchas personas por lo que significan para nosotros, pero tenemos que reconocer que no hay nadie como Jesús.
Ya sea en la época que sea el dinero es lo que importa y hacerse rico lo primordial.
Es fácil que la avaricia acabe haciendo acto de presencia y el ansia de ganar más de lo que es justo se convierta en el objetivo deseable.
El necio suele creer que sabe lo suficiente, paradójicamente. El sabio solo sabe que lo que conoce es una ínfima parte de lo que debería.
Renunciar a los hechos es renunciar a la libertad. Si nada es verdad, todo es espectáculo.
La búsqueda de la gloria no se queda limitada a los antiguos, pues tal búsqueda late en el corazón humano en cualquier tiempo.
En un mundo que se sujeta a sus propias falsedades, la verdad acaba resultando ser el consenso de la mayoría, aunque objetivamente sea absurda e increíble desde las propuestas de la razón.
Aunque es uno el corazón, sus pensamientos se cuentan por cientos y miles, de manera que dilucidar cuál es el mejor, el bueno o el correcto es ardua tarea.
La vida de los cristianos en el país asiático empeora por momentos, y, si somos honestos, tenemos la impresión de que las cosas no van a cambiar pronto.
Como los pulmones necesitan oxígeno para respirar, así el que hace lo malo necesita al que difunde el mal discurso, para continuar haciendo lo que hace.
Sonrío ante un espléndido regalo que me envuelve en gozo devolviendo claridad al presente que me acoge.
Puigvert debe haber investigado mucho y asimilado procesos históricos y teológicos que le sirvieron para desentrañar los entresijos doctrinales de los cátaros.
La presencia, en el entorno de la política, del malo, que tiene por divisa hacerse con el poder para usarlo en sus malvados designios, es una amenaza a la justicia.
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