El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Los evangélicos dicen que hay que respetar a los representantes electos pero “rechazar las posturas de odio y las invectivas”. El RN dice que dará prioridad a la seguridad y a las restricciones a la inmigración.
¿Cómo pueden o deben responder las iglesias al auge del nacionalismo en general y, en concreto, a la forma en que desempeña un papel clave en los movimientos populistas?
Todos anhelamos ver cambios significativos ante esas realidades que nos incomodan, pero nos frustramos ante nuestras limitaciones. La Biblia, en cambio, habla de una fuerza que transforma por completo el ser.
Su propósito, expresado abiertamente, es generar un partido político conservador en el país y fortalecer la red transnacional de ultraderecha.
Una coalición de derecha gobernará el país tras los resultados de las elecciones celebradas este domingo. Meloni se opone a la ideología de género, a las leyes liberales sobre el aborto y tiene una posición dura en inmigración.
“De hecho, el país ha dado algunos pasos hacia la izquierda”, dice el periodista cristiano Matti Korhonen. “Las políticas migratorias, cuestiones de género y sexualidad y el cambio climático son los temas candentes en la sociedad finlandesa”.
Ni nuestras creencias, ni nuestra manera de vivir o de actuar nos relacionan siquiera de lejos (menos aún nos identifican) con lo que se ha considerado siempre la “ultraderecha”.
A pesar de ganar las elecciones, los socialdemócratas consiguen los resultados más bajos de su historia, lo que obliga la negociación. La alternativa nacionalista y antiinmigración ha crecido pero no ha superado el tercer lugar.
“Dios está utilizando estas corrientes migratorias para darnos la oportunidad de compartir el evangelio”, dice el nuevo secretario general de la Alianza Evangélica Sueca, Olof Edsinger. “Pero nuestros políticos han sido bastante ingenuos”, añade.
Se han organizado encuentros de oración en las iglesias y las calles de la ciudad . “La iglesia tiene que ser una voz por los valores y el respeto”, ha manifestado el parlamentario alemán Frank Heinrich.
Sebastian Kurz, de 31 años, será el presidente más joven de Europa. Para gobernar se espera que pacte con el partido de extrema derecha FPÖ.
Sacan tajada del discurso anti-inmigración. Aunque escenas como la periodista que zacandilleó a unos refugiados generan solidaridad, la prolongación de la crisis llevan en sentido contrario.
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