El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La incluirá en la oferta de talleres socioculturales y de actividades y visitas guiadas del Distrito Casco Antiguo. También publicará un libro divulgativo sobre la materia.
La respuesta principal de la Iglesia ante la persecución debe ser más bien litúrgica y no política.
Hay un gran problema con este pasaje. ¿Jesús está diciendo realmente que ser un buen cristiano significa ser un trapo del piso de los demás?
Aunque vivamos en medio del torbellino, somos portadores de la esperanza y embajadores de la luz en medio de la desesperación.
Ninguna iglesia debería tolerar la conducción de un liderazgo narcisista y autoritario. Esa actitud está en las antípodas del ejemplo de Jesús.
Cuando una sociedad y su gobierno se rebela contra Dios, siempre hay respuesta de parte de Él.
De cualquier manera, en esta vida o en la próxima, Dios hace justicia.
Los juicios de Dios suelen dirigirse justamente contra aquellos que se arrogan el papel de Dios.
A lo largo de la Biblia no existe una sola idea sobre lo que pasa cuando morimos. Esa enseñanza atravesó muchas etapas.
Al inicio del año 2023 se puede decir que vivimos en un continente moribundo, cansado, decadente, corrupto y hostil a la fe cristiana y los valores bíblicos.
Estos líderes tienen la idea de resolver todos los problemas a golpe de talonario o con decretos y con leyes cada vez más extravagantes y absurdas que no solo desafían al sentido común sino a Dios mismo.
La soberbia y el orgullo buscan la unidad, la concentración y la centralización como mecanismos decisivos para construir una sociedad sin Dios.
El impacto de la vía mística en Lutero y la Reforma es innegable; muchas de las afirmaciones típicamente protestantes fueron influenciadas por esta escuela.
Cuando la iglesia no toma en serio su función de sal y luz, contribuye a la descomposición de una sociedad de forma decisiva.
El teólogo Bernard Coster analiza las 5 "solas" en las que se basó la Reforma protestante y valora su validez para la iglesia de hoy.
¿Podemos modificar la cristología del Nuevo Testamento y seguir llamándonos verdaderos cristianos?
Es Dios el que mide la maldad de los pueblos y que decide cuándo sus pecados colman el vaso de su ira.
La historia de Babel significa que Dios no está ajeno a la historia ni se desentiende de su pueblo, y que ningún proyecto que quiera llegar hasta el cielo y ocupar el lugar de Dios va a prosperar.
¿Me creerías si te digo que quizás entendimos la historia de Babel exactamente al revés durante un montón de tiempo?
Si Jesucristo escribiese hoy una octava carta, esta vez no a las iglesia de Asia Menor, sino a la Iglesia evangélica del siglo XXI, ¿qué nos escribiría?
En Europa ya no se puede mencionar el nombre de Dios porque no encaja en la cosmovisión agnóstica europea y de sus “valores”.
Vivimos en una época que tiene una extraordinaria capacidad para la denuncia, pero muy poca habilidad para el anuncio.
Unos 60 teólogos evangélicos participaron de la conferencia, celebrada en Praga, donde se exploraron los vínculos de la esperanza cristiana con la misión, la apologética o la justicia social.
Estamos viviendo el ocaso de una civilización que ha dejado a Dios y que va a recoger los frutos de su rebeldía.
En el tiempo en que Marcos vivió había muchos judíos que tenían por nombre Jesús. Solo uno, el nazareno, el que murió dando su vida como precio de redención por muchos, pudo llamarse Jesús-Cristo: el Ungido Salvador.
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