El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
El maltrato de los ecosistemas naturales y de los seres vivos que forman parte de ellos es el origen de los virus que pueden matarnos.
No existe ninguna razón de peso para suponer que la extraordinaria complejidad e información de los hilos de seda se haya forjado mediante un proceso ciego de evolución por selección natural.
En mi opinión, los lentos movimientos de los girasoles gritan a los cuatro vientos la palabra “diseño”.
El diseño se puede probar buscando indicios de inteligencia en la naturaleza y reconociendo que la mejor explicación es aquella que apela a un agente inteligente y no a la casualidad sin propósito.
El Autor de la vida fue el Dios del Sinaí y el Dios del Calvario.
No existen tantas evidencias de la evolución como la gente suele creer. El creador podría haberlo hecho todo a partir de la nada repentinamente, o bien por medio de la creación de tipos básicos de organismos que poco a poco se diversificaran por microevolución.
¿Acaso el raciocinio humano no puede ir de la mano de la esperanza teísta?
La compleja arquitectura de las plumas aviares, así como las alas, pulmones, cerebro o el aparato circulatorio de estos vertebrados voladores evidencian un elevado diseño aerodinámico.
Jesús no disfrazó la realidad, y menos estando al borde de la muerte.
Es evidente que no podemos encontrar mandatos o instrucciones específicas y directamente relacionadas con esta situación que nos toca vivir.
La Santa cena recoge y resume toda la fe cristiana.
Hasta ahora, todos los análisis indican que el Covid-19 no es un virus manipulado por el ser humano o una construcción de laboratorio.
El dolor alerta de la enfermedad y permite tratarla. Hay sufrimientos que pueden tener sentido pedagógico.
Dios es un agente cuya actividad es intencional. Esta capacidad intencional es la que trae a la existencia a todos los demás seres.
Vamos a tratar, en general, de la proyección multimedia para las letras de la alabanza y para los puntos de una predicación.
Según la Biblia, Dios es un agente cuya actividad es intencional. Precisamente esta capacidad intencional es la que trae a la existencia a todos los demás seres.
Aunque estaban de acuerdo en mucho, discrepaban principalmente en la doctrina de la Cena del Señor.
Sigue siendo más lógica la respuesta de Job (la inteligencia) que la de Darwin (la casualidad).
El final de los cómics de Astérix nos recuerda a la historia por antonomasia, la Biblia. Las fiestas judías iban acompañadas de banquetes.
El poco interés que manifestaron desde siempre los hebreos por los gatos pueda deberse a que la religión de los egipcios los divinizaba.
El argumento del diseño pone de manifiesto que no existe ninguna incompatibilidad entre el Dios revelado en la Biblia y el diseñador inteligente que requiere la teoría.
¿Y si la propia evidencia científica mostrara la existencia de órganos o funciones biológicas complejas que no pudieran haberse formado de ninguna manera mediante el tipo de transformaciones que requiere el darwinismo?
Texto escrito el 11 de septiembre de 2016.
El razonamiento lógico nos permite concluir que el universo físico tuvo que ser originado por una mente sobrenatural poderosa y sabia que no formaba parte de la naturaleza, ni estaba sometida al tiempo o al espacio.
“La temática central será exponer por qué hoy día no puede seguir pretendiéndose explicar el Origen, Diversidad y Complejidad de la Vida, desde postulados puramente físico-químicos, naturalistas, por azar”, dicen desde la organización.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.