El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Estas aves han sido estigmatizadas como aves sucias portadoras de enfermedades. Sin embargo, semejante calificación es completamente errónea.
Puede haber muchos creyentes que tienden a pensar que ellos no son los más adecuados para esta tarea de ser las manos de Dios en un mundo de dolor, de comunicar a otros el mensaje del Evangelio.
Un poema de Alfredo Pérez Alencart. (Selecciona Isabel Pavón)
Ya que Dios, en su sabio designio, dispuso que el mundo no lo conociera mediante la sabiduría humana, tuvo a bien salvar, mediante la locura de la predicación, a los que creen
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