― ¿Por qué se machaca tanto al auditorio con el “sálvense, sálvense”… ¿Acaso están alistando una membresía de perdidos?

Dios quiere dar vida mediante la conversión y el arrepentimiento.

Todo es gracia, todo es inmerecido, todo es un regalo que procede de Dios, cuyo coste fue la muerte del Mesías en la cruz.

Para Judee, la única verdad que sobrevive todo el vacío es lo que su hombre tiene que decir sobre el amor.

Las manifestaciones de jóvenes son el grito desesperado de una generación que ve su futuro amenazado por el deterioro del planeta.

La cruz es la que nos salva, y no nuestros méritos.

Cual los amigos de Job, transitamos por los pasillos de la especulación, con frecuencia poseídos de una retórica literalmente semejante a la que ellos emplearon cuando trataron de explicarse para su propia satisfacción.

Jesús sigue siendo la presencia de Dios en este mundo. Hay un redentor.

Pablo no deja ninguna duda: los judíos tienen futuro en el plan de Dios.

En solo siete versos este argentino supo condensar, mejor que muchos gruesos tratados, la salvación que el Amado galileo nos dejó tras el Gólgota.

Lo importante no es lo que no se entiende de la Biblia sino vivir de acuerdo con lo que se entiende.

Su amor se manifiesta en que cuando éramos Sus enemigos envió a Su Hijo.

Jesús había anunciado en Juan 14: 6 que nadie puede llegar a Él sino a través de Su Hijo.

No hay nada mejor para nosotros que lo que Dios disponga.

Cada Semana Santa, realmente cada día de nuestras vidas, tenemos grandes e inmensos motivos para celebrar la Resurrección de nuestro precioso Señor y Salvador.

Incluso las cosmovisiones no religiosas plantean puertas en las que la llave es el esfuerzo. Pero en el caso de Jesús, él es quien nos abre la puerta a la salvación.

Sigo día a día en ese camino hacia algo mucho más preciado que Canaán, en la seguridad de que alcanzaré la meta, no por mi sino por aquel en quien he creído.

Los ninivitas necesitaban ser salvados de su maldad, pero Jonás necesitaba ser salvado de la dureza de corazón.

Arnau Terrón reflexiona sobre una de las declaraciones rotundas de Jesús, que dijo ser la única ruta para reconciliarnos con Dios.

Volvamos a la centralidad de la Cruz, en nuestras vidas, en nuestros ministerios y en nuestras iglesias.

¿Qué hace el Espíritu Santo en nuestra justificación?

La justificación y la doctrina de la Trinidad.

Si queremos ver cambios en la tarea de evangelizar, tenemos que desmontar muchas de las estructuras que hemos construido y volver a la sencillez del mensaje de Jesús.

Fue, pues, y rogó a Jesús que expulsara de su hija al demonio. Quiere lo que quiere sin rodeos y lo que quiere es legítimo: que su hija esté bien.