El gobierno belga les da el estatus de refugiado tras rescatarlos de la ciudad de Alepo. Ya han acogido a 5.500 desde el comienzo de la guerra en Siria.

María Jesús Vega, de ACNUR, explica la situación que se está viviendo en las costas europeas con la llegada masiva de personas que huyen de conflictos y persecución.

Según la ONU la mayoría de las 137.000 personas que han llegado a Europa cruzando el mar en los primeros seis meses de 2015 huían de conflictos, guerras o eran víctimas de persecución.

Según la ONU estamos “asistiendo a un cambio de paradigma” en el que la migración forzosa completa cifras “nunca vistas” en la historia reciente.

La gran mayoría de los refugiados sirios se encuentra en el Líbano, Jordania, Irak y Turquía. “Nos están haciendo avergonzar a todos” con su apoyo a las familias sirias sin hogar, dice la ONU.

Son miles los que han huido por el avance del Estado Islámico. La ayuda llega para suplir necesidades básicas y transmitir esperanza.

La situación de los que huyeron del avance yihadista sigue siendo de “extrema emergencia”. Los evangélicos aprecian que, por fin, las autoridades están agradeciendo su labor social.

La Organización Internacional de Migraciones calcula que, en todo el año, 1,6 millones de personas han sido desplazadas por el conflicto en Irak.

El foco político internacional se desvía de Siria sin resolver una situación de intenso sufrimiento en los más débiles.

Comienza la Conferencia para el fin del conflicto armado en Siria, con un llamado de los cristianos a que los esfuerzos se dirijan a proteger a la población y se consiga un acuerdo.

Omayna llevaba una vida cómoda cuando los bombardeos les obligaron a marcharse. Al igual que miles de familias, esperan en Jordania al fin de un conflicto que les permita volver a su tierra.

Son mujeres que han huido de la guerra solas, para salvar la vida de sus hijos y, si pueden, la suya propia.

En la última semana se han producido luchas entre la coalición rebelde Seleka y grupos anti Balaka. Los cristianos siguen buscando protección, a pesar del mayor control de las tropas extranjeras.

Miles de personas se agolpan en el aeropuerto de Bangui bajo la custodia de soldados franceses huyendo de la violencia extremista y religiosa de los rebeldes musulmanes Seleka.

La vida en la ciudad de Mafraq asume, no sin tensiones, el impacto de la llegada de cientos de miles de refugiados sirios a Jordania. La iglesia evangélica local atiende 900 familias.

Cuando Naciones Unidas abrió Al Zaatari como campamento de emergencia nadie pensaba que sería la cuarta ciudad en población en Jordania y el segundo campo de refugiados más grande del mundo.

Las agencias de la ONU advierten que además unos 7.000 menores han perdido la vida por ataques bélicos.

Hay en el mundo 45 millones de desplazados, los cuales presentan un desafío de acción para los cristianos.

Un millón de sirios han huido del país ante el conflicto interno. En Jordania, un grupo de mujeres de todos los credos es atendido por misioneros cristianos.

Según informes de agencias misioneras, funcionarios sudaneses están forzando a los cristianos del país a marcharse, en un clima de crecientes amenazas e interrogatorios indiscriminados.

El crecimiento de la iglesia está “estancado” desde la creación de Sudán del Sur en 2011. Miles han emigrado, la mayoría huyendo de la represión fundamentalista.

Llevan dos semanas detenidos, acusados de recibir dinero del extranjero.

Los pastores piden que “la iglesia siga presente en el país”. Pero "los cristianos sirios huyen en masa de las violaciones y asesinatos. Tras las noticias sobre bombas hay una limpieza étnico-religiosa y pronto Siria puede quedar vacía de cristianos".

Decenas de creyentes han muerto en los atentados de las últimas semanas en Alepo. Muchas familias encuentran dificultades para encontrar pan.

La tasa de mortalidad en adultos es de 2 muertes por día por cada 10.000 personas en una región castigada por la sequía y los combates territoriales.