El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Nuestra autoridad es el servicio en amor, bajo la autoridad absoluta del Espíritu.
La autoridad le es intrínseca a la iglesia. El problema es el mal uso de la autoridad, o la usurpación de la misma.
Cuando el lema falaz: `no importa lo que creas, con tal que prediques a Cristo’, es bandera común en gran parte del pueblo evangélico, solo queda una conclusión: estamos bajo el juicio de Dios.
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