El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
El evangelio, por el impacto y el contenido transformador que contienen sus valores, está llamado a redimir la cultura, sin menoscabo de su esencia.
Nos hemos construido una sociedad en la que podamos sentirnos cómodos, cada vez más, que para eso estamos en un estado de bienestar, pero eso implica, por definición, ir quitando de en medio todo aquello que nos incomoda.
Lo material no debe gobernar nuestra vida. Tenemos que trabajar, estudiar, llevar a cabo actividades diferentes, etc. pero eso no debe llenar nuestra existencia por completo.
Si nos obligamos a eliminar esa gran roca que estorba podremos abandonar la cueva donde estamos cautivos y así sentir el gozo de la verdadera libertad.
¿Cómo podemos pensar los cristianos acerca de hacer limpieza, de nuestros valores y de nuestra relación con los objetos que nos rodean?
De parte de Dios recibimos una y otra vez elementos que se cruzan en nuestra vida y que forman parte de Su provisión, de Su cuidado, de Su advertencia para que nos vaya bien.
El Teatro Echegaray de Málaga acogerá una dramatización deResistencia y sumisión, el conjunto de cartas y apuntes que el teólogo alemán escribió desde la cárcel.
Cuando Dios habla, no podemos mirar hacia otro lado, sino mirarnos a nosotros mismos.
Dicen que los efectos del cambio climático se pueden corregir todavía y otros que no. Sin embargo, el cambio paradigmático se presenta como un avance y un progreso.
Si no tienes nada mejor que decir…creo que es mejor que te calles.
De tanto alzar banderines tenía las palmas de las manos llenas de ampollas, pero no le importaba. Cambiaba de opinión tan a capricho como varían los vientos.
Hay un instante en que, en una vida con carácter autocrítico y honesta con su insatisfacción, todo se desmorona en busca de un sentido que justifique todo exceso, rechazo, aceptación y decisión. Entonces, es fácil percibir que no existen excusas.
Hay un trastorno en el alma humana, que la prosperidad material no puede curar.
Texto escrito el 11 de septiembre de 2016.
Cuando estamos rodeados de todo lo bueno, es difícil poder comprender a aquellos que sufren o nos necesitan, es demasiado difícil.
Todos en alguna medida hemos perdido algo en este camino, aunque hayamos ganado otras cosas. La cuestión es la importancia de lo que ganamos, en comparación con el calado de lo que perdemos.
Toda planta, tiene sus ramas, que son los pámpanos, los cuales ‘están colgados’ de la vid. Si tales pámpanos no ‘están colgados’ de la vid, no sirven para nada, porque, por sí mismos, no pueden dar fruto.
Inclinemos nuestros oídos a los consejos de Dios, deseemos beber de la fuente de agua viva y doblemos nuestras rodillas en oración.
No es que tengamos que ponernos “trágicos” pero es bueno meditar en lo que ha sido la vida hasta ahora.
Doy a conocer algunas perlas anotadas en su blog personal por uno de los escritores cristianos más prolíficos y valiosos en lengua castellana.
La solución para la pervivencia del símbolo y la nación no pasaba por remedios engañosos, sino por una dolorosa, pero saludable, cirugía que suponía extirpar del corazón.
¿Estamos simplemente criticando los debates sobre el medio ambiente que se están planteando en público, o existe una agenda bíblica sólida para el compromiso?
Hay un Acán dentro de cada uno de nosotros, cuya codicia no duda, para satisfacer sus deseos, en transgredir las claras normas que han sido dadas.
La semilla tiene la capacidad de conservarse por sí sola mucho tiempo, sin embargo, si nos decidimos a plantarla el suceso se transforma en proceso.
Nos hemos refugiado en nuestro cómodo árbol. Allí nos sentimos seguros, contemplativos y bien.
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