El populismo puede ser ideológico y político, pero también eclesiástico, con variedad de tendencias y fenómenos que serían evangelios populistas y que tienen que ver más con la credulidad que con la fe.

El líder republicano envía un vídeo para emitir en la reunión anual de la NHCLC. Su presidente, Samuel Rodriguez, no garantiza que se emita debido al lenguaje agresivo empleado por el candidato en otras ocasiones.

Eso es un crucero: un escaparate con caramelos apetitosos que, cuando se prueban, son empalagosos como los que crujen por el suelo en la noche de Reyes: mucho color, pero casi todo azúcar.

La teología de la prosperidad se nos revela como una idolatría religiosa que rebaja a Dios y a Jesucristo para ensalzar al hombre y lo diabólico.

En la iglesia local, donde las personas depositan su confianza en pastores y líderes espirituales, se pueden producir casos de abuso. Jaume Llenas nos explica la necesidad de confrontar prácticas ajenas al verdadero evangelio.

En ningún lugar de la Escritura se nos dice que cuando nacemos de nuevo todo va a ser un lecho de rosas, muy al contrario

La revista Forbes incluye a Edir Macedo, líder y fundador de la Iglesia Universal del Reino de Dios, entre las 50 mayores fortunas del país.

Desde que la iglesia nació, el poder de Dios se ha manifestado en la debilidad.

La red internacional de comunicación vinculada a Enlace vio reducidos sus ingresos en casi 30 millones de dólares.

Dado que las Iglesias de la prosperidad rechazan la enfermedad, la pobreza y la escasez y la tachan de ‘falta de fe’, una culpabilidad impregna a los hermanos que sufren.

En ningún caso enseña la Biblia que, en el Reino de Dios, el Rey dará dinero – todavía menos la salvación eterna - a los que, previamente, hayan entregado dinero a las autoridades religiosas.

Es necesario que todos estemos bien preparados para proteger a nuestros hermanos con razones teológicas bien fundamentadas para refutar los errores más nefastos del movimiento.

Ulf Ekman sorprendió a la congregación de la megaiglesia que fundó explicando que tanto él como su esposa están decididos a unirse a la Iglesia Católica.

¿Con quién está de verdad, señor Bergoglio: con los pobres o con Copeland? No puede ser con los dos…

Se sacan textos bíblicos fuera de su contexto para enseñar que los cristianos hemos de depositar todo lo que tenemos en las arcas del ‘templo’ o ‘casa de Dios’ por ellos gobernadas; condición que revelará el ‘tamaño’ de nuestra fe.

Para estas fechas puede leerse una gran cantidad de artículos alusivos a la Navidad. A favor o en contra, van desde lo más místico al crudo marketing religioso; por fortuna, también hay algunos muy buenos. Como soy parte de esta generalización, desearía que esta nota aportase algo positivo para quien se haga tiempo de leerla. Con ella finaliza la serie sobre la prosperidad de las bienaventuranzas de Jesucristo.

Leer las bienaventuranzas casi dos mil años después es semejante a mirar una foto. Las modas y técnicas han cambiado, pero la verdad sigue siendo inmutable.

Las Bienaventuranzas nos muestran lo que somos, al mismo tiempo que exponen a la luz el engaño de los falsos cristos y nos liberan del autoengaño.

El único camino que nos lleva a la prosperidad es Cristo Jesús. Y si hemos de ser glorificados como Él lo ha sido y sigue siendo por la eternidad, hemos de pasar por lo mismo que Él pasó.

La presencia del Señor Jesucristo en el AT y su ministerio terrenal descrito en el NT hacen absoluta y totalmente injustificable la insistencia de los falsos evangelistas que enseñan que los cristianos debemos ‘pactar con Dios’, como Él hizo con Abraham, para ser prosperados materialmente

A estas alturas podemos cotejar lo que dice la Biblia con los que predican que los cristianos estamos llamados a ser prosperados pactando con Dios como Él hizo con el antiguo Israel.

La única propiedad dejada por Abraham a sus herederos fue –vaya paradoja- la tumba familiar

Sara fue madre de naciones pero no tuvo tierra propia.

Abram tenía ya 75 años cuando Jehová Dios le manda dejar la casa paterna en Harán e ir al lugar que Él le mostraría para bendecirlo si lo hiciera.

¿Hay en la Creación una relación directa con la prosperidad como meta del ser humano? Veamos.