El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
“Soy africano, amo este país y nunca habíamos tenido problemas”, dice el pastor de la comunidad en Saint Étienne.
El monumento que representa a Calvino, Farel, Beza y Knox ha aparecido cubierto de pintura con los colores del arco iris. La ciudad ha presentado una denuncia penal.
Los hechos han ocurrido en Valls, Tarragona, y se desconoce su autoría. Ferede y algunas voces políticas han condenado la acción.
“Mírense, están tristes...”. Qué cosa más hermosa y beligerante a la vez. Las pintadas ácratas suelen ser incisivas e ingeniosas. Todas tratan del contenido de un corazón.
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