El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Ni insultos, ni el odio y dolor de los familiares, conmovió un ápice al asesino en serie Gary Leon Ridgway durante su juicio. Hasta que un padre subió al estrado.
Ni desprecio, ni insultos, ni el dolor de los familiares de sus víctimas, ni palabras llenas de odio logran provocar expresión alguna en el rostro de Gary Leon Ridgway. Hasta que un padre sube al estrado.
Un detalle nada banal en la foto es la leyenda escrita a mano en primorosas versales en una pizarra colgada en la estancia.
Sosteniendo la cara del joven asesino con las manos, María Nice le dijo que es cristiana (evangélica) y que ora por él desde que ocurrió el crimen en diciembre de 2012. “Estás perdonado en el nombre de Jesús… soy cristiana… Vas a encontrar a este Dios a quien sirvo y le servirás. No tengo odio hacia ti, Alisson, oro por ti cada día… No dejaste que mirara los ojos de mi hijo antes de morir, pero yo te perdono
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