El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Suele ocurrir que buen número de pastores y teólogos reconocidos, especialmente en la órbita evangélica, mantengan en reserva sus ejercicios poéticos. Hay muchos más poetas de lo que se piensa.
Una nutriente poesía teológica podrá ‘descubrirse’ cuando los creyentes se adentren en los versos escritos por Dietrich Bonhoeffer (1906-1945). Hay, qué duda cabe, profunda teología en los ejercicios poéticos que el mártir alemán.
En cuanto a Unamuno, subsiste un magma de tópicos, ignorancias lectoras y prejuicios, especialmente desde la orilla católica, pero también -y esto es lo lamentable- desde el protestantismo. Aquí un homenaje del poeta Alencart.
De poeta a poeta. Bonhoeffer, teólogo asesinado por los Nazis, en prisión escribió un buen manojo de poemas. Alencart le envía su saludo y las muestras de su plena admiración.
¿Quién no ha sufrido algún problema? Aquí ofrecemos cuatro textos extraídos del libro ‘Ojos secretos o después del desastre’, del pastor chileno Luis Cruz Villalobos.
Se comparten, por vez primera, unos textos poéticos escritos por el hermano Manuel Corral, pastor de la Iglesia Cristiana Evangélica de León
Gracias a la generosa labor de Luis Cruz Villalobos, pastor presbiteriano, poeta y editor chileno, la obra de distintos poetas protestantes de América Latina y España está siendo publicada en ediciones digitales.
Sobre las Bíblicas boda de ayer y de hoy, escribe el poeta: “Y porque la Palabra es cosa vuestra, / tenéis la verdadera verdad de los que se aman/ sin esperar plata u oro en pos de algún castillo…”.
Versos que remarcan la fe en el Verbo hecho carne, en su ejemplo de vida antes y después del Gólgota.
El poeta vuelve a dejar aparcados sus versos para, fraternalmente, exponer textos del poeta chileno Luis Cruz-Villalobos.
El poeta dedica estos versos al pastor Manuel Corral y a su esposa Pili López Samprón, quienes dedican sus esfuerzos en la iglesia de León.
El drama de los refugiados torna banal tanto discurso majadero. Ante el ejemplo alemán, poco o nada estamos haciendo por ellos.
Canto de amor a la esposa. El poeta, sin grandilocuencias, reconoce que así pasen los años, persiste y renace la entrega primera.
Una ofrenda navideña del poeta A. P. Alencart y del pintor Miguel Elías, profesor de la Universidad de Salamanca.
Dios siempre presente en la vida y obra de este ministro presbiteriano. También la música, esta vez con acento portugués.
Se destaca la obra lírica del pastor chileno Cruz Villalobos, con variados registros que la hacen asequible a todos los gustos
Homenaje a todo siervo de Dios que sale al mundo a predicar su Palabra. En este texto el poeta pone de relieve la obra inmensa de Juan Antonio Monroy.
Múltiple homenaje del autor a Dios, al poeta San Juan de la Cruz, al músico Maurice Ravel y al teólogo puertorriqueño Luis Rivera-Pagán.
Un cántico o confesión del poeta a su amada compañera, de quien sigue felizmente esposado.
Ante la situación del hombre y su soledad sin asidero, ante sus dudas, el poeta trata de la Visita que este hombre recibe del Amado y de cómo brilla de nuevo su existencia
El poeta se centra en los niños, tan queridos por Jesús: “Dejad a los niños, y no les impidáis de venir a mí; porque de los tales es el reino de los cielos”.
El poeta deja conocer el primer poema, de los 25 que componen el primer cuaderno de su libro ‘Los Éxodos, los Exilios’, recientemente presentado en Salamanca.
El poeta testimonia su afecto a Juan de Yepes o de la Cruz, y se entraña en su ejemplo de sencillez y entrega espiritual.
El poeta busca instalarse en la mejor inocencia, en el asombro necesario para esperar el retorno del Amado galileo.
El poeta habla del cielo del subsuelo, otra Realidad para el cristiano: “La tercera llave es la aurora del asombro,/ la verde hoguera que ni el diluvio apaga”.
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