El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Unas veces se les menciona como formando parte del ganado de un rico hacendado, otras como animales de carga y otras como medio de transporte de personas.
Un diminuto virus que ni siquiera puede detectarse a simple vista, ha conseguido doblegar el orgullo, la soberbia y la arrogancia de la condición humana.
Sea usted bienvenida a la secretaría ejecutiva de la Ferede. Ha asumido una responsabilidad de servicio a Dios que supone el contacto diario con seres humanos, animales de difícil trato. No desmaye.
La libertad, alma de todas las cosas, no depende de las circunstancias sociales o políticas. La libertad la tenemos dentro de nosotros mismos o no la tenemos.
La muerte que mata está aún viva. Ojalá estuviera muerta. Mientras tanto, mi corazón se queja: Muerte, muerta seas.
Se nos llena la boca hablando del amor de Dios. Sin embargo, a causa de las penas y los momentos malos perdemos la fe culpándole de todos nuestros pesares.
Porque somos humanos y todo lo humano se puede tratar, para nosotros son importantes las historias que reflejan nuestro dolor y, al mismo tiempo, nos recuerdan que podemos ser amados, perdonados e incluso salvados.
Como cristiano, Mr. Rogers nos presenta un ejemplo de fe en alguien que no sólo ora por las personas y lee la Biblia de rodillas, sino que cree en un Dios encarnado, que ha tomado nuestro lugar.
La “madera olorosa”, citada en el libro de Apocalipsis (8:12), parece referirse a la madera de una especie de ciprés.
¿Te has parado a pensar qué maravillosos son los colores que nos rodean?
Cada uno de nosotros está roto de diferentes maneras. Cada uno de nosotros alimenta diferentes expresiones de arrogancia y prejuicio. Un artículo escrito por diferentes líderes mundiales del Movimiento Lausana.
La convivencia con la muerte se ha vuelto especialmente patente durante la epidemia. Pero, ¿qué hay de sus efectos?. “En el duelo no hay solo dolor, hay amor”, dice el psiquiatra evangélico Pablo Martínez Vila.
¿Qué hacemos cuando la vulnerabilidad nos da una bofetada, se adueña de nuestras entrañas y nos fuerza a reconocernos insuficientes, desnudos y desarmados?
¿Dónde está Dios en medio de la confusión y el dolor de la pérdida?
Como muchos creyentes, el personaje de esta obra se siente perplejo ante la relación que muestra la Biblia entre ciertas plagas y el juicio de Dios: ¿se puede aplicar eso a cualquier epidemia hoy en día?
“Nadie sabe el problema que he pasado”, dice el góspel tradicional del siglo XIX. Y su versión del XX añade: “Nadie sino Jesús”.
El sufrimiento humano es el trago amargo que desearíamos no beber. Idealizamos un mundo perfecto, ajenos a su presencia. Buscamos ganarle la partida, pero aunque la ciencia haya logrado mitigar algunos de sus embates, frente a la vida y a la muerte, el sufrimiento sigue floreciendo.
Dios escucha esos alaridos dolientes y quiere potenciarlos con su megáfono divino, pero, en muchos casos, ese nuestro Dios se encuentra con personas ensordecidas ante el sonido de su megáfono divino.
Tenemos que aprender a luchar por quienes amamos.
¡Claro que tenemos que ser santos! Pero si pasamos la vida en una especie de lucha y duda constante que nos oprime, no podremos disfrutar al completo del gozo de la libertad que Cristo ganó para nosotros.
En Jesús encontramos a un Dios que no es indiferente, sino un Dios que llora con nosotros.
¿Por qué no se dirige al Señor para abrirle su corazón y suplicarle que lo alivie en su dolor? Puede que acabe llorando, pero, a buen seguro, no se arrepentirá.
Es caprichosa, nos divierte, nos engaña, juega cuando le apetece, nos riñe, nos enseña, nos encauza, nos maltrata.
La ministra de Justicia participó en una jornada sobre Constitución Española y diversidad religiosa, la cual “nos enriquece”, expresó.
La tortuosa vida de esta cantante de jazz transcurre en los guetos, la bohemia y el submundo de los años de la Depresión y finales de los cincuenta. Su música nace de una profunda experiencia de la miseria humana.
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