Quizá todo sea más prosaico de lo que en primera instancia nos pudiera parecer.

La historia de Joaquín Rehués, un cristiano de largos años que asegura haber descubierto la fórmula matemática en números decimales mientras estaba en una institución mental, es un ejemplo de una perseverancia inusitada para muchos. “Dios es Señor de la ciencia suprema”, dice.

Lo que parecía ser la resta de la dispersión, se convirtió en la ganancia de la cesión.

Existen números irracionales que le dejan a uno perplejo ya que también parecen haber sido empleados por Dios en el diseño del mundo.

Jesúa López resaltó la importancia que tuvieron los Grupos Bíblicos Universitarios (GBU) durante toda su etapa estudiantil.

¿Cómo pueden unas herramientas abstractas, fruto de miles de años de progreso matemático, terminar siendo perfectamente adecuadas para describir algo bien real?

Un profesor de la Universidad de Maryland cree y razona que sin la presencia divina no pueden explicarse las bases matemáticas del universo.

¿Por qué hay regularidades universales, matemáticamente precisas, que están entrelazadas unas con otras? ¿Cómo es que la naturaleza viene empaqueta de esta manera tan singular?

El origen y desarrollo de la vida sobre la Tierra, según propone la evolución darwiniana, se enfrenta con una dificultad insalvable: hay muy poco tiempo para que el azar haya podido ser la causa.

Humor inteligente.

Aprender no es una obligación, es una necesidad.

Era frecuente que entre los discípulos de Jesús se produjeran enfrentamientos y disputas acaloradas por motivos pequeños o de poca importancia. Generalmente estas polémicas acababan de la misma forma: interrogando al Maestro. Pero las respuestas de éste no siempre eran del agrado de ellos porque o bien les desorientaba todavía más, o bien les parecían excesivamente provocadoras. Una de estas situaciones es la que motivó el relato de Jesús sobre el siervo malvado (Mt 18:23-35).