El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La institución judicial considera “desproporcionada” la restricción por parte del gobierno.
El no ver al Dios humanado en Jesús, y dejar de mirar al Padre a través de Él, nos puede llevar a olvidarnos del prójimo.
Ellos fueron una “buena noticia” para muchos, a los que su mensaje de amor sigue inspirando hasta el día de hoy, pero ¿es esa “la buena noticia” de Jesús?
Si no practicamos la misericordia, el compartir y la justicia, nuestras alabanzas pueden ser ruido que interceptan la relación con Dios.
¡Hay justicia para los débiles y oprimidos de la tierra! ¡Escuchad! Jesús se identificó con vosotros, débiles de la tierra.
Los valores cristianos, los valores del Reino, pueden redimir la vida política.
Se debe querer un mundo mejor, más justo, una tierra en donde los valores del Reino comiencen a fructificar.
El ser humano casi nunca acepta la justicia divina. Se niega a reconocer su propia maldad y rechaza las consecuencias de ésta.
El Adviento pone los cimientos de una gran revolución que nos hace estar exultantes de alegría. Cuando llegue su final e irrumpa la Navidad, el Nacimiento, se establecerá el reinado de Dios en la tierra y a los pobres será predicado el Evangelio.
Dios le da mucha importancia a los Derechos Humanos de los niños, lo ha hecho a lo largo de la Historia y lo hace en la actualidad.
Actuar con justicia significa pagar una cantidad justa, y asimismo pagar a los trabajadores de forma justa.
Diría que la iglesia y los cristianos deben posicionarse siempre en la no violencia, en la condena de cualquier acto violento.
Creo en Jesucristo, ejemplo de estilo de vida, de prioridades y de acciones de servicio al prójimo necesitado. Él nos dejó con su vida, un ejemplo para el servicio.
Los cristianos tenemos la labor profética de denunciar tanto los pecados sociales como morales que inundan nuestra sociedad y que van en contra de la Palabra de Dios.
Nada mejor que hacer en el día de hoy que ayudar a aquellos que están llorando y consolar a aquellos a quienes casi todos menosprecian.
En el fondo, orar por los políticos es orar también por el prójimo afectado por sus políticas, es orar a favor del prójimo que se va a ver favorecido o no, por estas políticas partidistas.
No nos están recordando, entrenando y animando, para que vayamos captando una identidad de creyentes con una mano tendida hacia el que nos necesita.
Si abandonamos a Dios, sufriremos miles de pequeñas y grandes injusticias cada día, porque nadie sabe lo que está ocurriendo ¡Nadie puede ni siquiera darse cuenta de lo que ocurre!
De parte de Dios recibimos una y otra vez elementos que se cruzan en nuestra vida y que forman parte de Su provisión, de Su cuidado, de Su advertencia para que nos vaya bien.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid desestima el recurso del Ayuntamiento contra la Iglesia de la Resurrección, para cuyo centro de culto se exigían condiciones similares a los locales de ocio.
La obediencia ciega no es una respuesta válida en los momentos en los que la injusticia reina.
No debe, mientras cierra los ojos y se enfunda el corazón ante el dolor, la miseria, el desprecio, la impotencia. Mientras lo ajeno le importa.
El mar, sólido muro recio y gris, atrapa la agonizante esperanza destrozada por la realidad presente.
El auténtico ritual debe estar avalado por el compromiso con el prójimo, con el hombre y, fundamentalmente, el hombre necesitado.
Dios escucha esos alaridos dolientes y quiere potenciarlos con su megáfono divino, pero, en muchos casos, ese nuestro Dios se encuentra con personas ensordecidas ante el sonido de su megáfono divino.
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