El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Durante bastante tiempo, los arqueólogos dudaron de la historicidad de Salomón y de que hubiera poseído caballos, ya que en aquella época supuestamente sólo se usaban camellos.
Ahí está el tema del Apocalipsis: Jesucristo es el Señor. Jesucristo es Dios, digno de adoración al igual que el Padre.
Juan, en una reinterpretación de la visión de Daniel, toma atributos del Anciano de Días y los aplica al Hijo del Hombre en Apocalipsis.
El Nuevo Testamento que habrá otra señal antes de que Cristo venga a la tierra: el enfriamiento del amor y la multiplicación de la maldad.
Un estudio publicado en “Beit Mikra” apoya una teoría que explicaría que el sol y la luna se detuvieran en la batalla de Gabaón, según relata el libro de Josué.
El ‘Reloj del Fin del Mundo’ está a dos minutos y medio de la catástrofe, según un grupo de científicos que incluye 15 premios Nobel. Nunca había estado tan cerca el ‘apocalipsis’ desde 1953.
Los grandes poderes, las grandes ideologías, las grandes filosofías, las grandes religiones deberían dar un sentido a la Historia, pero lo cierto es que pocas cosas hay más lejanas de la realidad.
Su "odio" hubiera sido sano si fuera como la sombra de un amor mayor; pero con el "desamor" en que habían caído, ni su celo contra el error podría ser sano.
El mensaje de Cristo plantea a los efesios una opción radical: seguir como están y perder su candelabro, o arrepentirse, ser fiel hasta la muerte, y ganar el árbol de la vida en el paraíso.
La dinámica eclesiástica seguía caminando, pero ya no se movía por el impulso supremo del amor a Cristo y al prójimo.
Cristo habla a la congregación de Éfeso. Y junto a sus muchos méritos, y a pesar de todo el prestigio de la iglesia, el Señor les confronta con un fallo fatal
Entre los muchos detalles y lecciones fascinantes del mensaje de Jesús a la iglesia de Éfeso, , dos paradojas sorprendentes me llaman poderosamente la atención.
Juan vivía con el corazón en el cielo y los pies bien puestos en la tierra.
El teólogo evangélico Juan Stam relata un encuentro insólito que vivió en primera persona. Ocurrió en 2002, en La Habana, entre un grupo de pastores protestantes y Fidel Castro.
El imperio romano es una bestia, un dragón, y su capital una ramera que anda montada sobre ella, borracha con sus nauseabundeces y con la sangre de sus víctimas.
Como "Ministro de Propaganda", el falso profeta promueve "la ideología del poder" que sacraliza al imperio.
Contra el trono de Dios y del Cordero, se levanta el "trono de Satanás", que se explica por un fascinante drama de cuatro personajes malévolos: dragón, bestia, falso profeta y ramera.
El desarrollo de este texto muestra claramente que la prostitución y la borrachera de la ramera consistía en la seducción embriagante de sus lujos.
Continuamos estudiando Apocalipsis con la perspectiva de que contiene un análisis y condena a un tipo de economía. Así, la marca de la bestia se centra en “poder comprar y vender”.
El tercer caballo, de color negro, es obviamente de carácter económico. Su jinete lleva una balanza, que simboliza la vida comercial.
Juan de Patmos deja entrever que los cristianos que solamente están dando su lealtad a Cristo van a sufrir ostracismo y, en algunos casos, pagar con la vida.
Juan parece entender que el orden y la paz del imperio se basaban en la violencia, llevando esa "paz manchada con sangre" de que habló Tácito.
La descripción que hace Juan del imperio romano como una bestia y la ciudad como una ramera fue muy atrevida.
“Debemos procurar comprender cómo era la vida en tiempos de Juan y los creyentes para quienes él escribió este libro”, expresa el autor Nelson Kraybill.
Una amenaza aún más seria que la persecución, según la percepción profética de Juan, era la adoración al emperador como a un dios. [1]
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