El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
El 15 de septiembre de 1885 se pondrían la primera piedra de la iglesia en Villaescusa por el obispo electo Cabrera, el ministro de Salamanca y autoridades locales y numerosos vecinos.
Este mini-documental recorre las calles de la ciudad para hablar con diferentes personas sobre la historia de España en relación a la fe. Participa el teólogo y pastor José de Segovia.
De nuevo se bendicen los cañones. De nuevo los clérigos “santifican” las bayonetas del poder humano.
Muchos bellos rincones podrían contarnos de las lágrimas, los anhelos, las súplicas de aquellos siervos del Señor que, negándose a sí mismos, llegaron para traernos el conocimiento del Evangelio.
Don Ernesto Trenchard fue misionero en España durante cuarenta y seis años, dejando en la iglesia evangélica una huella imborrable.
En 1929 ya don Ernesto Trenchard se había instalado en Arenas de San Pedro, donde nacen sus cuatro primeros hijos.
Con estas notas sobre acontecimientos del pasado reciente no se pretende más que ordenar la perspectiva para actuar en el presente y seguir con buen paso al futuro.
No será hasta 1885 que el Rev. Pedro do Castro, encargado por el señor Cabrera, fue a visitar a los diferentes grupos de reformados en el norte de España.
Los políticos de la Transición aprendieron: al papado no se toca. Y no se tocó.
Durante años alternaron D. Eduardo Turrall y los suyos su residencia entre Jiménez, Toral y León.
Hoy sigue esa dominación, aunque como parte de su conservación se levante con voces diciendo que aquí están poco menos que perseguidos los siervos del papa.
El 9 de noviembre de 1879, Bon abjura de su fe en la iglesia del Mercado en un acto solemnizado hasta con cohetes.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, desautorizó la celebración del tradicional oficio en el castillo de Montjuïc, en recuerdo de los “héroes y mártires del Glorioso Movimiento Nacional”, por obrar contra la ley de Memoria Histórica.
La actividad de Bon en estos dos años y medio que estuvo en Asturias, fue incansable.
Balmes nos puede servir de modelo (junto con otros) de un discurso que arropa el propósito esencial de defensa del papado con un lenguaje “cristiano”.
Las actividades misioneras de Gould y Lawrence se centralizaron en Madrid, aunque siempre tuvieron una visión de expandirse por toda España.
Entre las capillas evangélicas más populares de Madrid está la Iglesia del Salvador, fundada por un misionero presbiteriano escocés llamado John Jameson.
Navegar en nuestro convulso siglo XIX es modelo y aviso para navegantes, una tormenta permanente.
Con su llegada a Madrid en 1914, los bautistas que había en España se reorganizan de nuevo, haciéndose cargo de algunas escuelas y pastores que estaban en estrecheces económicas.
El pueblo de Burgos cambia de forma oficial su nombre por “Mota de Judíos”, votado en referéndum por sus habitantes.
Siempre he pensado que Bon fue un hombre idealista y en ocasiones desequilibrado, pero que si hubiera estado más apoyado económicamente para cubrir sus necesidades, no habría abjurado.
Francisco celebró una ‘liturgia de reconciliación’ con la Iglesia Husita y la iglesia evangélica de los Hermanos Checos, en el 600º aniversario de la muerte en la hoguera de Jan Hus.
Dedicamos este año nuestro congreso sobre Reforma Protestante Española, en la Complutense: 29 y 30 de octubre, a la figura y circunstancias del personaje.
Llama la atención el ejemplo de armonía en la iglesia de Madera Baja en Madrid, siendo la primera iglesia presbiteriana de la ciudad, en cuya fundación colaboró la Sociedad Bautista.
El denominador común que todas ellas tenían fue la perversión, en la teoría o en la práctica, de la noción del matrimonio y la familia.
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