El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Puede que abandonara el catolicismo, pero a lo largo de su vida no abandonó a Dios ni el hecho religioso.
Poco se ha escrito sobre el sentir religioso de Álvaro Mutis.
En una de sus novelas, Echenique recuerda algunos episodios de su vida durante la estancia en el colegio religioso de su infancia.
Peza no escribió una sola pieza de contenido religioso digna de figurar en una antología. Con todo, tampoco fue indiferente a la religión y a sus misterios.
El sentido religioso de la poetisa prohijó en su creación un vínculo profundo con la tierra y con el ser humano.
Si su obra concluye con esta novela, él y sus lectores nos podemos dar por bien servidos gracias a la extrema fidelidad literaria que ha mostrado desde sus inicios como escritor.
De la religiosidad de Miguel Ángel Asturias se conoce muy poco. Se ha desarrollado siempre en un ámbito recatado. Según sus biógrafos más imparciales, la figura de Cristo le obsesionó siempre.
Plasmaron la realidad social de Hispanoamérica y exaltaron la identidad nacional, lo que llegó a convertir su obra en una expresión autóctona con un sentimiento de pertenencia nacional.
En septiembre, MAI-Europe organiza un evento para autores y creadores de contenido cristianos en los Balcanes. Anna Shirochenskaya explica por qué es importante buscar la excelencia en la escritura.
El autor ha repasado su trabajo escrito en un acto organizado por la iglesia evangélica en la calle Verdi, en el que también ha intervenido Pablo Martínez.
Uno de los misterios de Tolkien es cómo un católico tan proselitista como él, se pudo resistir a la tentación de hacer de su obra una alegoría más clara de su fe.
Proust apareció como una de las creaciones literarias del siglo, retratando la vida y la sociedad francesa desde los principios de la tercera República hasta la guerra de 1914-1918.
Escribió mucho sobre la belleza de la gracia. Podemos ver la mano de Dios en nuestra vida. Nuestra respuesta es ser agradecidos por lo que hemos recibido.
En su poesía son palpables los alcances existenciales y la fuerza expresiva con que asume su labor lírica.
La labor pedagógica de Freire, de formación católica, fue muy utilizada por el movimiento Iglesia y Sociedad en América Latina, del que Alves formó parte en sus inicios.
Ambos representan, por así decirlo, dos estaciones obligadas para comprender los alcances de la tan discutida obra lírica del autor zacatecano.
Su capacidad creativa y su imaginación, la complejidad de su pensamiento, dirigido en todas las direcciones, han hecho de Segovia el escritor más importante que tiene el movimiento evangélico aquí.
Los hombres de la Generación del 98 especialmente no comulgaban con la Iglesia católica, pero tampoco negaban a Dios.
Los escritores evangélicos son púlpitos, plataformas de comunicación de conceptos que, en muchos casos, pueden ser liberadores.
Pullman está presionado por la cruz: aunque rechaza a Dios y ataca la religión, siente el eco de la trascendencia.
La muerte era para Hemingway la liberación de la representación del papel que la vida parecía haberle asignado.
Testifiquemos. Seamos eco de vivencias jamás contadas.
Sergio Pitol, José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis, Jaime Sabines, Octavio Paz y David Toscana, todos ellos esmerados lectores de la Biblia del Oso.
Otras obras de referencia consideran esta novela una obra menor en la narrativa de Unamuno. Pero biógrafos, críticos literarios y filósofos no piensan igual.
Cada uno de ellos tuvo especial relación con la Biblia, cuatro se convirtieron al protestantismo.
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