El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
‘Crucial’ (Ortiga Ediciones, Santiago, diciembre 2014), es la primera ‘criatura’ nacida del entrecruzamiento de Marcelo Gatica y Pablo Gutiérrez.
He aquí unos pensamientos y aforismos surgidos desde el Evangelio escudriñado y desde el ahora de estos días de la Semana Santa.
El Cristo nuestro está en el Pez (Ichtus), pues Jesucristo es el Hijo del Dios, nuestro Salvador. Así, con el símbolo del pez, se identificaban esos primeros creyentes perseguidos. Así me identifico yo, ayer, hoy y mañana.
Una teología que no se embarre en el día a día de los más necesitados, podrá ser una hermosa metáfora pero no una traducción perfecta del Amor al prójimo.
Abrazo al Cristo histórico porque su bondad es vivientemente divina.
Leer los Evangelios sirve también para salvarse de la mediocridad, madurar ámbitos de libertad y cultivar el espíritu.
Patrañas, triquiñuelas, necedades… No edifiques tu camino a la sombra de estas perversiones.
Los juegos han encontrado una nueva forma de entrar en nuestra vida a través del móvil o la tablet y hacerse mucho más presentes de lo que podían estarlo antes.
‘Perdão’ (Sarau das Letras, Mossoró, 2014, pp. 187) es una novela autobiográfica, una memoria re-escrita con giros novelescos, pero especialmente es una narración que enseña cómo se puede dejar a un lado el mal.
Hay que repotenciar la Pasión para que no se pudran las sonrisas: hay que ofrecer más abrazos gratis, porque nada cuestan y más bien logran quebrar espadas rebeldes;
La poesía genuina es necesaria porque no tiene precio; tiene verdad y vida, tiene esperanza.
La tecnología y las nuevas formas de comunicación tienen aspectos positivos, pero también inoculan un virus casi tan nefasto como el ébola.
Lo esencial es entender, no saber. El que entiende hace. El que sabe casi nunca hace.
El éxito más pleno al que debiéramos aspirar es aquel que nos ayude a completarnos a nivel humano, a la paz espiritual.
Sepamos reconocer, amigos, hermanos, desde una tierra de nadie, desde el centro, que es la forma prudente de orientarse.
Ninguna ínfula conviene al que se dice cristiano, y sí demostrar con los ejemplos el cambio de vida, el desinterés por lo propio y la preocupación por los demás.
Sangre y pan del Cristo al que me gemelo, lejos del laberinto celosamente protegido por guardianes que ni Él reconoce.
Cristo es contemporáneo nuestro: no lo olvidemos.
Si no la perfección, inalcanzable, encamínate hacia la excelencia.
¿Alguna autocrítica de nuestra parte? ¿Consumir más y más, de lo que sea, como si en ello se nos fuera la vida?
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.