El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
No puedo eludir la necesidad de buscar el desahogo; Él, mi Dios, me lo permite.
No es casualidad que el Dios que se revela en Cristo Jesús sea un Padre que ha conocido el dolor en su propia carne.
Nosotros, cristianos evangélicos, lloramos con todos los que han sufrido y llamamos a los cristianos de todo el mundo a recordarles especialmente en sus oraciones.
La realidad del duelo perinatal nos confronta como individuos, iglesia y sociedad. ¿Cómo gestionarlo? “Hay que escuchar”, dice Ana Amelia Sánchez, psicóloga especializada en esta cuestión y con experiencia desde hace años.
Una reflexión previa a la paternidad, en un año en el que la realidad del contraste entre la vida y la muerte ha sido especialmente notoria.
Nuestros sentimientos “negativos” durante el proceso indudablemente doloroso del duelo nos pueden acercar al corazón de Dios de una forma que pocos conocen.
Es tan extraño que un hijo muera antes que sus padres, que no hay lenguaje para expresar algo tan incomprensible. Visitamos la obra de quienes han pasado por este trance y cómo lo abordó el mismo Jesús.
Es extraña la angustia de la muerte. Es agudo su dolor. Pero, sobre todo, la muerte es suspiro. Una dolorosa coma, pero una coma.
Algunos investigadores del ámbito pediátrico hablan de una estimación de 5 millones de menores que han perdido a un progenitor o cuidador a causa de la Covid-19.
El amor es lo único que puede verdaderamente derribar toda clase de obstáculos. Nuestro genuino deseo de ayudar al prójimo trasciende todas las fronteras.
La Asociación Ayuda al Duelo "Decir Adiós" acompaña a quienes están pasando por el duelo. Una entrevista de Julio Pérez.
Trataré de actuar mejor con aquellos que me quedan.
Es en momentos así donde se juega la fe cristiana el todo por el todo. Y, entonces, hay que preguntarse ¿Vale la pena creer en Dios?
El duelo es un camino. Únicamente sabemos dos cosas: que no existen atajos y que tiene que andarlo, paso a paso, uno mismo.
La convivencia con la muerte se ha vuelto especialmente patente durante la epidemia. Pero, ¿qué hay de sus efectos?. “En el duelo no hay solo dolor, hay amor”, dice el psiquiatra evangélico Pablo Martínez Vila.
Qué triste experimentar la ausencia de alguien a quien no esperabas tener que recordar.
Contigo en brazos acepté con emoción la existencia de Dios y la labor redentora de su Hijo, ese hijo al cual una madre vio sufrir y fallecer, ese hijo por cuya vida es que tú te has salvado.
En Jesús encontramos a un Dios que no es indiferente, sino un Dios que llora con nosotros.
El pecado de odiar, despreciar o rebajar al inmigrante no es nada nuevo.
‘Cicatrices en nuestras familias’, de Lidia Martín. Frente a una de las tragedias más terribles que pueden sufrir unos padres, la pérdida de un hijo o hija ¿cómo continuar viviendo?
Sé que la vida es efímera, pero cuan bueno es entender que el cielo es para siempre.
Vida y muerte. La jovialidad frente a los desechos de un cuerpo raído por el tiempo.
Prendidos a la existencia, cuesta doblegarse a la triste idea de desprendernos de las herramientas de trabajo rutinario y poner punto final a la trayectoria que llamamos vida.
Cuando nos encontramos en los momentos más difíciles necesitamos confiar en Él, sentir su mano junto a la nuestra y vivir de una manera diferente.
Entre pensar que “ha muerto” y “me lo han matado” hay diferencias que pueden complicar el duro duelo ante la pérdida de seres queridos.
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