El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
El agua es la sustancia que más nos une y la que más hemos compartido de una forma u otra con cada organismo vivo que jamás ha existido en el planeta tierra.
Quiero escoger dos términos clave: fe y palabra. Porque creo que se trata de dos conceptos recíprocos e indisociables. La fe nunca puede ir sola sin la palabra.
El verdadero amor solo se podía proponer en términos de elección libre.
Aunque las instituciones continentales hablan de una mejora de la calidad del aire, expertos alertan de que “cada año que pasa, la dificultad de mitigar el impacto aumenta”.
Nunca sabemos por dónde puede llevarnos Dios cuando nos da la gracia de la contemplación a partir de su Palabra.
No deja de ser significativo que redes evangélicas se sumen a esta iniciativa en la que “las hermanas y los hermanos de la familia ecuménica se unen en la oración”.
Esta creencia en las ilimitadas posibilidades humanas está bien arraigada, haciéndonos creer que somos los señores y artífices de nuestro presente y futuro.
La entidad muestra preocupación ante el ecumenismo en el cuidado de la creación, la próxima encíclica del Papa y el estado de la libertad religiosa en China.
La creación no pretende ser un fin en sí misma, sino la forma de orientarnos hacia el Creador, quien nos da vida y amor.
Los partidos verdes han ganado mucho apoyo en las últimas elecciones locales en el país.
La WEA y la ONU formalizan su colaboración en la lucha contra la sequía y la degradación de la tierra.
El 5 de junio es el Día Mundial del Medio Ambiente.
El creyente que no se maravilla ante la creación de Dios, es que no ha entendido la Escritura bíblica.
Unidas en el marco de la campaña ‘Renueva nuestro mundo’, consideran que la destrucción de la biodiversidad contribuye a la transmisión de patógenos de animales a humanos.
Este artículo aborda cada uno de estos temas: los incendios en sí, su impacto e importancia mundial, y las respuestas de los gobiernos mundiales y nacionales, junto con pautas para una respuesta cristiana. Por Tim Carricker.
Si el universo es tan inmensamente extenso, ¿cómo debe ser el Dios que lo creó?
En la Biblia, Dios crea a partir de la nada absoluta, mientras que en el relato Enuma elish, los dioses surgen a partir de las aguas que habían existido desde siempre.
Diversas iniciativas, potenciadas por la red, muestran la vitalidad evangélica en los primeros días del enclaustramiento obligatorio por el coronavirus.
Para los cristianos los asuntos medioambientales y el cuidado de la creación son un área política importante a considerar al emitir nuestros votos. Un artículo de Andrew Phillips.
Dios puso la naturaleza a nuestro cuidado y estamos demostrando ampliamente las razones por las que no se nos puede dejar solos.
Dios es un agente cuya actividad es intencional. Esta capacidad intencional es la que trae a la existencia a todos los demás seres.
Cuando se ojea alguno de los textos universitarios de biología con los que se forma hoy a los futuros biólogos, se tiene la sensación de que el enigma del origen de la vida esté perfectamente resuelto.
La cosmología actual no puede confirmar si el cosmos tuvo un principio en el tiempo o es eterno.
Introducimos dos conceptos muy importantes para el multimedia, aunque ciertamente se pueden aplicar a otras áreas también.
El concepto de “nada”, que es fundamental en la doctrina de la creación a partir de la nada, es radicalmente diferente de la “nada” de los cosmólogos.
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