El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Incluso cuando acertamos acercándonos a la fuente correcta y procurando imitarle, desacertamos en la manera de hacerlo y reproducirlo.
Estamos convencidos de que Dios usará este “fuego de prueba” para un resurgir de los GBU y de Andamio.
A estas alturas de la vida poco espero de la justicia de este mundo, pero me doy cuenta de que la fuerza del prejuicio es tal, que de nada sirven los argumentos.
Empezamos 2020 con ilusión, pero también con incertidumbres. La presencia de Dios en nuestra vida no garantiza que todo sea “verdes prados y delicados pastos”.
Hay que pensar en lo más profundo de la vida y el destino, como decía Unamuno, quien quería que sus compatriotas abandonaran la fe del carbonero y que había que trastornarles esa paz de cementerio en que han pasado la vida.
¡Qué lástima que desde algunos púlpitos no se trate mejor a este músculo formidable al que quizás no prestamos la atención suficiente!
Texto escrito el 11 de septiembre de 2016.
Muchos se están subiendo al carro de esa nueva autenticidad que deja hacer lo que uno quiera y salir indemne.
El protestante siguió señalando que el pueblo anhela valores firmes, ejemplos transparentes...
Hay un conflicto de valores muy desatendido, inherente a una sociedad que vive de espaldas a Dios y a sus principios.
Es imposible comprender los tiempos en que vivimos sin disponer de una visión que sólo puede dar Dios.
¡Qué bendición tan grande es la posibilidad de amarle!
Texto escrito y publicado por primera vez el 18 de marzo de 2012.
Texto escrito el 8 de mayo de 2010.
El oficio de ser hombres, en rigor, pasa por la acción de querer ayudar y sanar los unos a los otros frente al cansancio o la debilidad física, así como en las reales necesidades.
Porque mido el dolor de esos golpes, sé que es la hora de coger la vida con las dos manos, asumir la realidad sin temblar y descubrir que no tenemos derecho de acurrucarnos en ellos, entregándonos al diminuto placer de complacerlos.
Se pueden hacer las cosas por obligación y entonces son cansadas, aburridas y latosas; o por Amor, y entonces son ligeras, gozosas y fecundantes.
Texto escrito por Roberto Velert y publicado por primera vez el 11 de septiembre de 2016.
El hecho de que la gente coincida en las mismas recomendaciones, usos y costumbres, débiles valores y anoréxicas virtudes, podrá parecer que la vida sea más fácil, pero nada sorprendente, ni de éticas nobles y, en consecuencia, más aburrida.
En este mundo que vivimos ganan siempre los bribones: los que encuentran triquiñuelas para evadir la justicia.
Gracias Dios, por la multiforme riqueza de tu pueblo.
Creo que hay demasiados problemas realísimos y sangrantes en torno a nuestro mundo como para dedicarnos a sufrir por otros hipotéticos.
La compasión consiste en la perfección de la justicia. No viene la clemencia y luego la justicia, sino la justicia primero y la compasión después.
Cumplimos años, nos dan miedo los años, sobre todo cuando no tenemos clara visión de qué hacer con ellos.
La Navidad, o es la búsqueda del único Dios y su justicia, primeramente, o no es nada.
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