El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
El Convenio debe ser nuestra brújula, nuestro punto de partida y, si podemos, debemos mejorar algunas condiciones marcadas en el mismo.
Gracias a la labor de esclavitud XXI (miembro de Stop the traffik) Nestlé España ya usa el sello de cacao justo, que certifica que no hay niños esclavos en su producción. Nos lo relata Beatriz Heurtaux, responsable de la campaña por cacao justo de Esclavitud XXI.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.