El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Hoy nos acercamos a las parábolas de la cizaña, la mostaza y la levadura, y el tesoro oculto, con ecos en la música y cine que nos ayudan a reflexionar sobre estas profundas enseñanzas de Jesús.
El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. El enemigo que la sembró es el diablo.
Humor crítico de El Roto.
Somos la generación de la cáscara no del contenido. La presión mediática no deja tiempo para la reflexión. Las semejanzas externas pueden ocultar profundas diferencias pues la apariencia inmediatiza sus leyes.
La cizaña no es una persona. No viene sola a camuflarse, alguien la trae. Es la maleza que causa una persona en el campo personal de otra.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.