El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Encuestas realizadas recientemente en Alemania y los Países Bajos analizan las decisiones diarias de los miembros de la iglesia para ver si difieren del resto de la sociedad.
“El 5% de los países más ricos emite más gases de efecto invernadero que el 50% de los más pobres”, dicen desde A Rocha.
Desde Honduras, Alejandro Escobar, del Banco Interamericano de Desarrollo, nos ha hecho llegar un texto que compartimos con nuestros lectores.
Las inundaciones han sido causadas por unas lluvias monzónicas más intensas de lo habitual y el deshielo de los glaciares en las regiones montañosas del norte, después de una fuerte ola de calor. Un artículo de Johannes Reimer y Adeel Rehmat.
Desde mediados de junio, las fuertes lluvias han provocado el desbordamiento de aguas en diferentes zonas del país, acabando con la vida de de cerca de 1.200 personas y afectando a otros 33 millones.
Raphael Moser es guía de montaña en los Alpes suizos. Está agradecido de ser parte de una “generación que puede ver y admirar estos impresionantes elementos y formaciones”.
Durante las olas de calor de este verano, el punto de fusión del hielo ha subido por encima del emblemático Mont Blanc (4.800 m). Los cristianos deberían liderar los esfuerzos para “reducir las emisiones de CO2 para detener este peligroso calentamiento”, dice el ambientalista Steve Tanner.
Me resulta eficaz la amistad que me une a Dios, y no quiero que se entienda que le trato como si fuese un talismán. Hablo de confianza.
La Comisión Europea ha reconocido a la atómica y al gas como fuentes de energía necesarias y verdes hasta 2045, como mínimo. Algunos países, como España, rechazan la decisión.
En estos días de creciente preocupación ecológica en la sociedad es bueno consultar lo que pioneros evangélicos dijeron, en particular Schaeffer, pues su pensamiento está muy lejos de resultar irrelevante.
La idea de un Dios que somete la tierra y a los mortales subyace en el inconsciente colectivo de Occidente y provoca que el ser humano se sitúe frente al mundo como señor y dominador absoluto.
Actualmente, tanto los científicos como los cristianos creen en un punto de partida para la creación, pero luego divergen a partir de ahí. Un artículo de Terry Young.
Con motivo de la COP26 conversamos con un científico argentino que asistió a la cumbre. Tratamos este y otros temas con una perspectiva cristiana.
Conversamos con Miguel Wickham sobre el desarrollo de la COP26 y los desafíos que se presentan para abordar el cambio climático y actuar, y el papel de los cristianos.
Conversamos sobre la cumbre y sobre el debate mediático en torno a la información del clima. En nuestro segundo tema, conoceremos la situación de un matrimonio que sirve en Pakistán, en la frontera con Afganistán.
Como experto en Ciencias de la Atmósfera, el científico cristiano Fernando Forgioni describe la situación actual como “crítica”. Acude a la COP26 con la esperanza de que sea una bisagra a favor del clima, con decisiones firmes para frenar el calentamiento global.
Los cristianos tienen la doble responsabilidad de administrar el planeta y de amar al prójimo. Un artículo de Hannah Eves.
El cuidado de la creación es esencial en el hecho de seguir a Jesucristo. Es algo que forma parte del núcleo de nuestra fe.
Los valores bíblicos son cada vez más “desconocidos y controvertidos” en este país con larga historia protestante, explica un periodista cristiano.
Miguel Wickham analiza las implicaciones del informe de expertos en clima (IPCC) que avisa de graves consecuencias para la habitabilidad si siguen aumentando las temperaturas a causa de la acción humana.
“Jesús nos llama a vivir y reflejar el Reino de Dios aquí en la tierra, trabajando por la protección de todas las criaturas sin fatalismo ni deserción”, aseguran.
La crisis climática es una proyección a escala más grande de la crisis del corazón humano. Y esta última no es natural, sino de carácter moral, que no es lo mismo que moralista.
Creer que la tradición judeocristiana tiene la culpa es fácil para el ser humano de hoy que tiende a alejarse de las cuestiones religiosas. Ahora bien, ¿es acertada semejante acusación?
Aunque las instituciones continentales hablan de una mejora de la calidad del aire, expertos alertan de que “cada año que pasa, la dificultad de mitigar el impacto aumenta”.
Suiza está dejando atrás rápidamente sus raíces cristianas, pero la secularización abre nuevas oportunidades para compartir a Jesús, dicen desde la Alianza Evangélica nacional.
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