El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
La entidad dependiente del Ministerio de Justicia cumple diez años de labor y publica una memoria con las cifras: ha destinado 30 millones de euros a las minorías evangélica, musulmana y judía.
Yo deseo frutos, pero hoy sólo tengo semillas. Semillas que plantar, regar, cuidar.
En más de una ocasión me he preguntado por qué Dios nos traza un recorrido tan angosto en vez de facilitarnos la travesía.
Tenemos un padre que cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados reclamó nuestros huesos porque sabía que con el soplo de su aliento nos volvería a dar vida.
Cuando le preguntas a alguien si ha encontrado a Jesús, te puede contestar como Forrest Gump al teniente Taylor: “No sabía que tenía que buscarle”. El Evangelio es la respuesta, pero ¿cuál es la pregunta? Cristo es el Salvador, pero ¿en qué sentido estamos perdidos?
Septiembre puede ser ese mes en el que sin darte cuenta te plantees hacer aquello que nunca imaginaste.
¡Qué bueno es bendecir, decir palabras buenas de los demás incluso cuando no están escuchando y no podemos anotarnos ningún punto a favor!
Pienso en aquellas risas que se ha tragado el mar. Las risas de niños y adultos que en un arranque de angustia huyen de sus lugares de origen en busca de un terreno menos hostil.
En un entorno tan superficial como este mundo, se agradece que alguien no atienda tanto a tu aspecto físico y repare en lo que hay en tu interior.
El hecho de abrazar la posibilidad de que alguien pueda beneficiarse de lo que hago es más que suficiente, es un componente maravilloso para hacer que mi trabajo tenga un fin.
¿Dónde estás Jesús mío cuando te busco y no te encuentro?
Nunca ven nada positivo en lo que les rodea. Ven el agujero en la rosquilla, el vaso medio vacío, el lado gris de la vida.
Dios ha súper exaltado al Señor Jesús para que toda rodilla se incline hacia él.¿Podrán los cristianos influenciar a su país de manera que los valores y estándares del reino de Dios permeen la cultura nacional en su totalidad?.
Con los ojos cerrados imaginé que tus complejos caían, que los miedos pasados se mitigaban, y que por fin eras libre.
Quiero forjarme con las herramientas de tu gracia, acariciando con los ingenuos dedos de la niña que llevo dentro los milagros que obras cada día en mí.
Construida en 4 años con árboles de té australiano en las paredes y alsios flexibles como techo.
No quiero vivir sumida en un eternizado descanso que ni tan siquiera resulta plácido.
Esperamos ¿pero vendrá algún día ese cambio? Cansados de promesas huecas y sueños rotos, podemos volvernos cínicos y perder la esperanza. Fragmento de "¿Qué tipo de esperanza? Por qué Jesús lo cambia todo" (Michael Ots, 2015, Andamio)
Cuando entre la multitud me siento extraña, alejada y sola, compruebo que he de volver a sentarme a sus pies.
Alabanza con toques jazzísticos, la marca personal del artista brasileño, acompañado en este clásico por Coalo Zamorano.
Cuando no perdonamos, tejemos una red de amargura en torno a nuestras vidas. Hacemos que el presente se tiña de colores ocres, omitiendo de nosotros el grato perfume de la concordia.
Luego echó agua en una vasija, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía ceñida. Juan 13:5
El Israel del inicio nos ofrece una perspectiva “paradigmática” de un sistema de relaciones sociales, de amplia cobertura, que puede ayudarnos a entender cuál es el propósito de Dios incluso para la sociedad actual.
Es el lugar donde aprender que la pérdida no es derrota, que las manos vacías no significan que no puedan llenarse.
Su nombre es ungüento derramado, claridad en las tinieblas, calor de hogar, salvación, vida eterna.
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