Poema de Gonzalo Báez Camargo, extraído de “El salmo fugitivo” y seleccionado por Leopoldo Cervantes-Ortiz para la Antología de poesía religiosa latinoamericana. (Selecciona Isabel Pavón)

Un poema de Gonzalo Báez Camargo (selecciona Isabel Pavón)

Detectando una gran necesidad, la asociación espera atender a 60 menores ofreciéndoles comida y merienda en julio y agosto.

Su hijo Victoriano me comunicaría que el escrito le fue leído y que don Gonzalo le dijo que se lo dejaran entre sus ropas, cerca del corazón.

Este es el último artículo de la serie sobre Gonzalo Báez-Camargo, el gran intelectual evangélico del periodismo mexicano.

Báez-Camargo tuvo una comprometida, y frecuentemente solitaria, defensa de las iglesias evangélicas mexicanas en los medios informativos nacionales.

Para el intelectual evangélico los agentes soviéticos no eran ajenos al movimiento.

En la UNAM tiene vigencia el principio liberal de la libertad de cátedra, defendido por Antonio Caso y también, por Báez-Camargo en sus artículos de Excélsior.

Antología de poesía religiosa latinoamericana, Leopoldo Cervantes-Ortiz (Selecciona: Isabel Pavón)

Coloquio Internacional “Historia, Protestantismo e Identidad en las Américas”

Hoy se percibe en Holanda el amargo sabor de la derrota. En este pueblo donde estoy ahora con mi familia, al sur de la Zelanda flamenca, cerca de la frontera con Bélgica, no había calle que no estuviera cubierta de banderines naranja. Hasta el agua de la fuente que había en la capital de esta provincia, tenía ese color. Aquí lo llaman “la locura naranja”.

Gonzalo Báez-Camargo (II)

Ya iniciamos la pasada semana una exposición de la vida y la obra de este gran escritor que puso su pluma al servicio del Evangelio. Estudioso de toda la vida, fue un incansable traductor y maestro de Biblia. Educador, poeta, periodista, arqueólogo, lingüista, editor y organizador de proyectos intelectuales evangélicos. Su ministerio estuvo guiado por la convicción de que, como discípulo de Cristo, era necesario cultivar una

Gonzalo Báez-Camargo (I)

Fue un gran escritor en un país de pocos lectores. Puso su pluma al servicio del Evangelio, estudioso de toda la vida, fue un incansable traductor y maestro de Biblia. Educador, poeta, periodista, arqueólogo, lingüista, editor y organizador de proyectos intelectuales evangélicos. Su ministerio estuvo guiado por la convicción de que, como discípulo de Cristo, era necesario cultivar una fe ilustrada.

Aunque queda poco ya por descubrir de la hermética vida y obra del bardo del folk británico de finales de los años sesenta, Nick Drake (1948-1974), su mítica figura no ha dejado de agrandarse desde su temprana muerte. Su genio introspectivo llena ahora un cofre que recoge sus tres discos, junto a un documental y un libreto, que bajo el titulo Fruit Tree (Árbol frutal), recupera esa voz cercana al susurro de este “dulce pájaro de juventud herido”, que cayó como “suicida desbordado p