El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Pido al único Dios, verdadero, fiel, que esparza sobre tu aflicción una suave lluvia de alegría.
En las Escrituras se insiste una y otra vez en que la cercanía con Dios es una experiencia alegre y gozosa.
Que vuestros corazones vibren. ¿Notáis la emoción del acercamiento? ¿Laten vuestros pechos viendo que vuestra expectación va a tener respuesta?
El cristiano ve su fe desde la sonrisa, la luz y el gozo y sabe crear gozo, luz y sonrisa de su fe.
Si queremos hacer la paz, no hablemos nunca mal de nuestros semejantes, aunque tengamos motivos para ello.
Si nos volvemos al Creador encontramos la razón por la que fuimos creados.
El cristianismo es distinto a otras religiones porque Jesús trajo el reinado de la gracia, para disfrutar de una fiesta eterna.
Jesús transforma el agua en vino: así comienza una fiesta sin igual, la de una vida llena de alegría.
Ser santo es ser inmensamente feliz, porque así es Dios. ¡Lo opuesto a la santidad es la amargura!
Quiero proponeros que juntos nos regocijemos en el Señor siempre: ser cristiano es una dicha, además de una bendición excepcional, que merece ser disfrutada.
Patrañas, triquiñuelas, necedades… No edifiques tu camino a la sombra de estas perversiones.
Estamos en Adviento, en los preludios de la Navidad, y Dios se acerca.
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