El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
En un comunicado, la institución asegura que “la mayoría de los niños y adolescentes cuyos pensamientos y sentimientos no coinciden con su sexo biológico resolverán esas incongruencias en el proceso normal de desarrollo de la pubertad”.
Uno no puede dejar de preguntarse hacia dónde nos conduce este comportamiento de aquellos que deberían velar por los niños y jóvenes de nuestra sociedad, pero que hacen todo lo contrario.
Una encuesta realizada con 25.000 adolescentes de 26 países concluye que “es raro que piensen mal de Jesús”. “La impresión global de Jesús es que es digno de confianza, generoso, sabio, pacífico”, dicen los autores.
Algunos investigadores del ámbito pediátrico hablan de una estimación de 5 millones de menores que han perdido a un progenitor o cuidador a causa de la Covid-19.
El Estudio Global de la Cultura Juvenil descubrió las luchas, creencias, relaciones, conexiones y quién y qué influye a nuestros adolescentes. Por Joke Haaije.
Un informe alerta de que durante los meses de confinamiento en 2020, la ideación suicida entre los niños y adolescentes aumentó un 244% respecto a los mismos meses de 2019.
Ningún suceso puede ser trágico en última instancia, porque gracias a la bondad inmerecida de Dios cada experiencia de la vida ayuda para su bien final.
Según un estudio realizado en Estados Unidos, los jóvenes de entre 13 y 17 años señalan “la presión para conseguir buenas notas” como la principal causa.
Hasta los ocho años rebaja un estudio la edad a la que algunos niños comienzan a buscar contenidos sexuales en la red. El fácil acceso a través de los nuevos dispositivos tecnológicos es una de las principales causas, según los autores del trabajo.
Cualquier hecho diferencial es la “excusa” que toma el acosador, o los acosadores, para atacar a la víctima. El hecho de ser evangélico coloca a muchos niños y jóvenes en el punto de mira.
No permitamos que, quizá sin darnos cuenta, nosotros mismos seamos abusadores en situaciones personales de poder, de miradas demasiado directas al diferente en la calle.
¿Los adolescentes estadounidenses todavía tienen interés y respeto por la Biblia? Esa pregunta central guió un estudio reciente del Grupo Barna y de la American Bible Society.
Merece la pena volver a los valores de fondo, los establecidos por el Diseñador mismo, y tomar buena nota de lo que, a la luz de quien lo sabe todo de nosotros, es bueno en sí.
Una modificación legal exige a maestros, monitores o voluntarios que demuestren no tener condenas por delitos de carácter sexual. Afecta a escuelas dominicales, campamentos y otras actividades.
El riesgo aumenta en adolescentes cuando pasan más de tres horas conectados a internet. La comunicación fluida con los padres es clave para detectar el acoso en la red.
"El criterio del adolescente tiene más peso incluso que el de aquellos a quienes ha obedecido ciega y voluntariamente hasta el momento y busca encontrarse, quererse y proyectar hacia fuera una imagen digna de sí mismo". Un fragmento de "Educar a adolescentes sin morir en el intento", de Lidia Martín (2012, Andamio).
Lejos de ser una metáfora, la navegación, aunque sea online, necesita de patrón. Seamos los padres los patrones del barco en el que nuestros hijos menores navegan.
¿Play? El libro, una obra de Josué Enfedaque, replantea en el público juvenil cuál es el secreto para ganar la partida de la vida.
La mitad de ellos apenas lee la Biblia una vez al mes. En cambio, oran con mucha más regularidad y ven la iglesia como un lugar de encuentro con Dios.
Una encuesta sobre valores pregunta a los más jóvenes cuáles son sus mayores preocupaciones, y entre ellas, aparece destacado el acoso escolar.
Este libro de Javier Cercas trata sobre la confusión de la adolescencia, cuando uno se intenta alejar de la familia y escapar de la rutina.
Nos enseñan a defendernos de las malas influencias que pueden pegarse a nosotros y dañarnos, pero ¿qué hay de nuestra responsabilidad en la amistad que tenemos?
Las menores que no informaron a sus tutores legales alegaron conflictos familiares graves.
El profesor explica que creyó en Dios en su adolescencia. Otros ateos le critican por su lenguaje agresivo contra los creyentes.
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