El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Inclinemos nuestros oídos a los consejos de Dios, deseemos beber de la fuente de agua viva y doblemos nuestras rodillas en oración.
Hasta aquí tu voz me confortó indicándome el camino a seguir, me mostró una senda diferente.
¿Cómo pueden unas herramientas abstractas, fruto de miles de años de progreso matemático, terminar siendo perfectamente adecuadas para describir algo bien real?
En cuanto uno de tus pies pise la orilla del río, las aguas serán abiertas. En el instante preciso que decidas cruzarlo, Él separará milagrosamente las aguas.
¿Soy realmente el reflejo de Dios o simplemente un insinuante brillo que se camufla entre los fuegos de artificio de este mundo?
El amor de Dios se muestra a través de nuestra renuncia.
Varias entidades evangélicas expresaron su defensa de la vida y la familia en la jornada de Diálogo con la Sociedad Civil.
En las aulas complutenses comenzarían a surgir diferentes sensibilidades, que en su nacimiento estuvieron entrelazadas unas con otras y daban más de un quebradero de cabeza a la Inquisición.
Anhelo hallar en la ternura de tus manos las caricias que han de mermar mi inquietud, el bálsamo preciso para paliar mi dolor.
Abundan las citas, no siempre auténticas y a menudo contradictorias, disparadas desde cada uno de los campos hacia el otro
La consejería debe apelar a todos los recursos auxiliares que no sean contrarios a los principios que establece la Biblia para responder con eficacia a una situación en extremo compleja y desafiante.
Existen mujeres que pelean cada mañana contra el cruel adversario de la tristeza y que haciendo de tripas corazón esbozan una sonrisa franca y pura que nos permite seguir creyendo en la humanidad del ser humano.
Y allí vuelvo a encontrarte, sorteando los obstáculos, permitiéndome abrazarte.
Esta humanidad nuestra, esta carne que nos mantiene unidos a la carne hace que seamos presos de sentimientos y lloramos por aquellos que se marchan.
La muletilla que está más de moda es “yo siempre digo”. Una aparente seguridad… que no deja espacio al otro.
Podía haber decidido alejarse de todo, huir, esconderse y dejar pasar aquella copa. Pero resolvió hacer la voluntad del padre, seguir el camino trazado y derramarse para dar vida.
Los agujeros negros, al igual que los terremotos o los volcanes, no son malvados, son simplemente parte de la creación de Dios, sobrecogedora, misteriosa.
Lo que podemos ver es la luz del gas caliente que gira alrededor del agujero negro, antes de que desaparezca dentro.
He mirado con ojos pesarosos el extremo del sendero y conociendo el espacio actual admiro sus vértices, irreconocibles, lejanos, aristas lamidas por el tiempo que me devuelven aromas del pasado.
Un poema de Marisi Moreau Tamayo, del poemario De estas vías mis sueños.
He vuelto a recordar aquel hermoso eslogan y he pensado en lo mucho que deberíamos ponerlo en práctica.
Somos profesionales en detectar defectos ajenos. En cambio, carecemos de pericia para detectar virtudes.
Dios está dispuesto a releernos una y otra vez con entusiasmo la parábola del hijo pródigo que vuelve a casa y recibe caricias en vez de azotes.
Estoy convencido que en las comunidades cristianas hay personas que, de disciplinarse, podrían escribir y publicar sus trabajos.
Comprendió que ya iba siendo hora de abandonar ese disfraz de autosuficiencia y comenzar a pensar por sí misma y en sí misma.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.