El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Las medidas de prevención y el calendario para ir recuperando la normalidad no han sido las únicas diferencias entre los países de la comunidad. Si acaso, las más inocentes.
Siempre he valorado la presencia de los mayores, vidas plagadas de sabiduría que nos han legado tanto por lo que seguir luchando, pero que hoy, en estas circunstancias tan adversas, valoro aún más.
En la Biblia tenemos una nube de testigos y modelos que nos inspiran y estimulan a seguirlos, porque nos recuerdan que Dios cumple sus promesas.
Jesús nos compara con unos pajarillos, algo débil y pequeño, como ejemplo de dependencia de Dios. Es en su providencia que podemos tener confianza en medio de esta crisis.
Entre las películas presentadas en la Berlinale de este año, estuvo My Salinger year, un drama escrito y dirigido por Philippe Falardeau.
Los cristianos somos privilegiados, por tener la conciencia de un propósito y la compañía de Dios en toda situación.
Jezabel es la Herodias del Antiguo Testamento.
Los creyentes gemimos, lloramos, somos solidarios con el sufrimiento de los otros esperando la renovación de todas las cosas.
Su trabajo entre los pueblos originarios de la entidad, principalmente con los tzotziles, les abrió comprensiones que obtuvieron durante sus casi cuatro décadas de trabajo misionero.
Nos hizo sus amigos. Para que tuviéramos su identidad, para ser como Él.
Me gustaría ofrecer algunos pensamientos al respecto, con la esperanza de estimular más reflexión por parte de la Iglesia.
Si el universo es tan inmensamente extenso, ¿cómo debe ser el Dios que lo creó?
Estamos conmovidos, humillados delante de Dios, y hemos rasgado simbólicamente nuestros corazones para llorar y clamar por nuestro pueblo.
Diderot no fue el filósofo ateo que nos han venido presentando los historiadores y críticos católicos en España.
Un poema de Luis Enrique Mejía Godoy, tomado de la edición del 29 de marzo de 2020 de La Nación. (Selecciona Isabel Pavón)
Del pastor y rey David podemos aprender a profundizar en nuestra relación personal con Dios en medio de circunstancias difíciles.
Cristo refirió la majestad y grandeza de la reina de Sabá y engrandeció el hecho de que tan ilustre mujer llegara de lejos para comprobar la sabiduría de Salomón.
Las circunstancias difíciles nos ayudan a eliminar lo secundario y ser más capaces de encontrar lo verdadero, a Jesús mismo.
Qué triste experimentar la ausencia de alguien a quien no esperabas tener que recordar.
En la Biblia vemos un patrón: antes de la victoria, viene la prueba. Este es el proceso que Dios puede usar para que maduremos y así crezcamos.
No recuerdo muy bien cuándo, siendo ya adolescente, elegí un salmo que me reconfortara durante esos viajes. Elegí el Salmo 121.
No son excluyentes la fe en el Señor que nos ha prometido resguardarnos del mal y los actos cotidianos que debemos realizar para cuidar nuestra salud.
En la Biblia, Dios crea a partir de la nada absoluta, mientras que en el relato Enuma elish, los dioses surgen a partir de las aguas que habían existido desde siempre.
Un estudio novelado de 2 Reyes 4:18-37.
Esta crisis nos ayuda a entender que nada humano nos es ajeno.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.