Las ideas religiosas de Shakespeare, sus convicciones espirituales, su fe en el más allá forman en conjunto un tema que la mayoría de sus biógrafos eluden.

Autores ingleses, norteamericanos y algunos franceses hacen de Shakespeare ya miembro de la Iglesia Anglicana, ya hugonote, puritano, calvinista, maniqueo, humanista cristiano, etc.

“Confío mi alma a Dios mi creador, esperando y creyendo firmemente que, por los méritos de Jesucristo, seré admitido a participar de la vida eterna”, dejó Shakespeare en su testamento, un mes antes de morir.

Shakespeare estaba preparado para entrar en los cielos.

Sus obras están impregnadas de temas metafísicos y de preocupaciones por el futuro eterno del alma.

Shakespeare leyó directamente y por sí mismo el texto bíblico. De esto no hay duda.

En el fondo, la verdadera cuestión que se aborda en ENRIQUE VIII es la de saber cuál será la religión de Inglaterra

La crítica brutal al catolicismo de W. Shakespeare.

Justo es y justo nos parece dedicar un poco de atención al más insigne de los poetas ingleses. Lo vamos a hacer en una corta serie.