El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Vamos a hablar de algunos aspectos no tan comentados o casi olvidados que tienen que ver con los días de la crucifixión y la resurrección.
Este sistema tiene sus días contados. No hace falta que mañana empiece una revolución. Caerá por su propio peso.
Estoy convencido que en las comunidades cristianas hay personas que, de disciplinarse, podrían escribir y publicar sus trabajos.
El Estado ha tenido desde sus inicios dos objetivos primordiales: cobrar impuestos y gastarlos en guerras y actos de agresión.
La cuestión del dinero honesto es realmente fundamental para la libertad.
Los ímpetus organizativos de algunos movimientos evangélicos desembocaron en 1949 en la interrogante sobre la existencia de un auténtico pensamiento latinoamericano.
Isaías relaciona la corrupción y la rebelión contra Dios con el engaño de una moneda adulterada que a su vez causa productos adulterados.
Se afirmó que la práctica homosexual y la ideología de género son contrarias a la teología y ética cristianas; reafirmando los principios de Sola Fe, Sola Gracia, y Sola Escritura.
En Levítico Dios prohibió alterar las medidas de la balanza y advirtió a Israel que el fraude lleva a la servidumbre.
En este tiempo fueron surgiendo los problemas naturales de la falta de formación profunda en los creyentes que les permitiese afirmar la fe y rebatir las distintas herejías.
En la Biblia, desde el principio, se consideró que el oro algo que tenía valor por una serie de cualidades que lo convierte en un bien muy apreciado.
Por su muerte como el Cordero de Dios (Juan 1:29), la santidad y el amor de Dios encuentran su expresión más armoniosa, siendo Él "[…] el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús" (Romanos 3:26).
El mundo económico y financiero se sigue moviendo por reglas muy sencillas y entendibles que tienen a su vez una base en la revelación bíblica.
¿Realmente la Biblia nos facilita pautas para organizar una vida entera, incluso una sociedad?
Para facilitar el entendimiento de la historia del nacimiento de Jesucristo, me gustaría resumir los datos más importantes de lo que estudiamos en las últimas semanas.
Es necesario que la iglesia vuelva a sus orígenes, es decir, a la Palabra, a su lectura y comprensión, y sobre todo, a la aplicación de la misma.
Durante unos días, el planeta Júpiter se iba a mantener inamovible en el firmamento como si de una estrella se tratase.
Eberhard Busch, último asistente que tuvo Karl Barth, ha sido uno de los mayores promotores del teólogo reformado suizo.
Antes de emprender el viaje, había otra sorpresa en los cielos: una conjunción de Marte, Júpiter y Mercurio. Parece que los cielos bailaban de alegría.
2019 será un “año barthiano”, sobre todo en Suiza, Holanda y Alemania, pues se conmemorarán los 100 años de la publicación de la Carta a los Romanos.
El fenómeno estelar tiene que explicar por qué los viajeros de Oriente relacionaban lo que vieron en los cielos con el nacimiento de un rey de los judíos.
El tono existencialista de su teología, que nunca ocultó, le permitió someterse a un rigor y a una pertinencia que llaman la atención inmediatamente y sacuden al lector/a sin remedio, como cuando hace pedazos cualquier posibilidad de “salvar” la práctica religiosa o de “independizarse” de la Revelación divina.
Hablamos con los coordinadores Patricio Ledesma y Xavi P. Patiño.
En esta alta mariología, la cristología también está en juego. Si María es el punto de contacto entre el cielo y la tierra, ¿no está en peligro la singularidad de Jesucristo como Dios-hombre? Si el Evangelio se desencarna sin María, ¿no es borrosa la encarnación del Hijo?
Dios usó su creación ya hecha, según sus propósitos, para anunciar la llegada del Salvador de una manera claramente visible y entendible.
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