El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Esta clase de cristianismo, que con una mano parece tocar las estrellas de Dios mientras que con la otra clava la espada en el cuerpo del supuesto hereje, no puede producir más que fanatismo e ignorancia.
Vivimos encadenados a nuestra libertad; solitarios en un universo repleto de vida; nos ahogamos en las ciudades y nos aburrimos en los campos; llevamos dentro de nosotros mismos el hastío, el desinterés por cuanto nos rodea.
Pocas veces es posible hallar, en un escritor de esta envergadura, semejante audacia para traducir en historias y conflictos algunos de los intríngulis de la teología,
Pocas publicaciones han hecho gritar tan alto, sin prácticamente hacer mención de su nombre, la necesidad de Dios para que esta generación encuentre su propósito y el sentido de su vida.
Barth asumiría retadoramente las contradicciones de su tiempo al fijar una postura tajante en contra de lo que veía como una glorificación de la religión, fruto del liberalismo de fines del siglo anterior que conoció bastante bien.
Tanto en este como en otros de sus libros Pedro Puigvert se revela como un maestro de la exégesis bíblica.
La metáfora de Babel ha venido a cumplirse en estos tiempos posmodernos con toda su crudeza, ambigüedad y múltiples posibilidades.
En algunas ocasiones he escrito que Alencart es poeta internacional, pero me está pareciendo universal. Creo que el protestantismo español no ha despertado aún a esta evidencia.
El autor presenta una buena muestra de escritos que prueban que María Magdalena continúa estando vigente, pero también que su imagen ha sido desfigurada a lo largo de los siglos.
La interpretación es el bisturí del cerebro que recorta la palabra. Y todo que se queda como era. Pero el poema es una palabra mágica que llama la vida escondida en nosotros.
El creyente en Cristo anhela la segunda venida del Señor, explicada por Pablo pero aún no realizada y gime con el último versículo del Cantar: “Apresúrate, amado mío”.
Fernandes clama desde sus páginas por aquellas mujeres que en algunos casos “poca o ninguna repercusión tuvieron en la época que les tocó vivir”.
La intolerancia protestante tuvo una gran responsabilidad en la persecución de muchos militantes de estos grupos, cuya indefensión era mayúscula ante los embates de gobernantes y líderes religiosos.
Es inglés, de Inglaterra, nacido en el condado de Lancashire. Sin embargo escribe en puro lenguaje de Castilla con una prosa natural y rítmica que, diría el francés Gaumont, como un movimiento respiratorio.
Además de llevar el gran mensaje del Evangelio, lo hace con corrección, conocimiento, y haciendo gala de una gran cultura en diversas áreas, hasta en la musical.
Los ímpetus organizativos de algunos movimientos evangélicos desembocaron en 1949 en la interrogante sobre la existencia de un auténtico pensamiento latinoamericano.
Surge eso que llaman cargo de conciencia. ¿Quién va a trabajar en las Iglesias de Santa Cruz y la Orotava? Todo estaba previsto desde las alturas.
La poesía de Alencart es una llama que Dios ha puesto en su alma, creo yo, desde la hora de su nacimiento.
La conversión de Graham Greene al catolicismo no fue vital, sino intelectual. No le atrajo la romanidad de la Iglesia católica. Por eso ha sido tantas veces puesta en duda la auténtica conversión de Greene.
El tema de la novela, creer o no creer, creer creyendo que sólo se cree por la obligación profesional de creer, acerca al lector al planteamiento último del tema unamuniano: la fe en Dios en esta vida y la fe en otra vida después de la muerte.
Eberhard Busch, último asistente que tuvo Karl Barth, ha sido uno de los mayores promotores del teólogo reformado suizo.
Miguel Ángel Gómez y Pedro J. Garrido publican con Abba Distribuidora un libro repleto de aventuras y enfocado a adolescentes, que trata cuestiones como la amistad, la familia y la fe.
Este librito no pretende ser exhaustivo en su alcance. Ha sido escrito en respuesta a frecuentes solicitudes a lo largo de los años.
Concluiremos que la permanencia de Sartre en el ateísmo ideológico no fue, precisamente, por falta de oportunidades para conocer al Dios de la Biblia ni por carencia de testimonios personales.
El trabajo que manifiestan sus composiciones es algo de lo que más se ha celebrado en su labor lírica, pues esos textos poéticos son resultado de una búsqueda obsesiva hasta la incandescencia.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.