El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
¿Qué pasará cuando en las iglesias del futuro nadie vea, o si ve, no diga? Señor, tu misericordia.
Mientras Lutero desaprobó tajantemente la insurrección campesina, Müntzer lanzó juicios contra los príncipes y sus aliados. Ambos consideraban que estaban respaldados bíblicamente.
El judaísmo antes, y la cristiandad después, son expresión de la corrupción sobre la Escritura y los frutos del Espíritu. Enemigos del Mesías Jesús, antes de venir y después de venido.
Esa iglesia llena de falsificaciones es, también, a la que se persigue.
Resulta que la sangre del martirio purifica. Ya no es sólo la de Cristo. Esto es el papado, y los suyos.
El bautismo es señal de ese agua viva que siempre brota, fresca, pura, que purifica nuestro nombre.
Coincidían en que la Biblia era la autoridad. Pero su lectura de ella les llevó a interpretaciones distintas, que desembocaron en conductas contrapuestas acerca de cómo trasformar la sociedad.
El misterio del mal es el que impide que el Reino venga, pero, como vemos, eso es la propia temporalidad institucional de la Iglesia.
Giorgio Agamben (1942-) es un pensador al que tienes que atender si te atienes a la actualidad.
La Confesión de Schleitheim fue conocida en círculos anabautistas acompañada de un escrito breve, las Reglas de orden congregacional.
No se trata de la ciudadanía en los cielos, la salvación, sino la ciudadanía en la tierra, con sus leyes temporales y circunstaciales propias, en la que estamos obligados los redimidos.
La paz y la santidad la tenemos en él. No la busques por otro sitio. Y cuando la tienes en él, la tienes.
Desde el Consejo Evangélico Autonómico de Andalucía aseguran que se trata de “una de las grandes demandas para el reconocimiento de la comunidad evangélica” en el territorio.
Con la mala fama que tiene Calvino, ya es chocante que les ponga su lectura como ejemplo de sentido común y concordia, pero es así.
El libre albedrío, según el modelo tradicional del papado, se trata de la voluntad del pecador que, aunque dañada, no ha quedado impedida para su manejo de la ley natural. La gracia es una ayuda.
En la predicación se anuncia el Evangelio, y el Evangelio siempre salva. No es una palabra vana.
Tras el asesinato por ahogamiento de Félix Mantz por parte de las autoridades de Zúrich, 5 de enero de 1527, es claro que los perseguidos debían hacer algo para darle cierta seguridad a la continuidad de su movimiento.
¿Estamos viviendo las enseñanzas de Jesús de un modo que refleje amor y compasión? ¿Estamos dispuestos a cuestionar el statu quo y a realizar los cambios necesarios antes de que sea demasiado tarde? Por Walid Zailaa.
Esa nueva ley es la obediencia evangélica, la fe, y el arrepentimiento, obras ambas en manos del pecador, que le han sido ofrecidas por la gracia como único medio de salvación.
Se trata, pues, de que el ministro, el predicador, conozca lo que sucedió en la cruz, y de eso depende luego cómo la predique.
Cuando con el calificativo citado se descalifica, lo que ocurre es que se pierde la ocasión de estudiar un contexto que tiene muchos puntos valiosos para nuestro propio tiempo.
Todo en la mano de Dios, y de su voluntad. Eso es Jeremías, con sus lamentos, y eso es el Nuevo Testamento, con su carta especial a los Romanos.
Hasta la muerte, no es sólo un lema, es la vida. Somos unos privilegiados. Con pensión o sin ella, siempre saciados de grosura, siempre con mesa abundante.
Resulta paradójico el hecho de que fue precisamente el carácter ‘apolítico’ de la Reforma aquello que permitió su enorme efectividad política.
En el Nuevo Testamento, yo al menos así lo veo, hay una indiferencia política. Pero se requiere gran diligencia y vigilancia sobre las doctrinas que dañan.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.