El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Los hijos de hoy necesitan padres que no se comporten como todos lo hacen: que no busquen lo mejor para ellos mismos, sino que sean en primer lugar, padres que les amen.
Unos padres en una iglesia local de Barcelona ponen en marcha un ‘Curso de capacitación para padres’ con la voluntad de que sea “una herramienta de apoyo”.
Cuando venimos al Señor, todos traemos algo o mucho de esos daños emocionales y nos conforta saber que, en Jesús, nos encontramos con la posibilidad de que toda nuestra vida sea restaurada.
Si no entendemos con esta historia de Jesús el profundo amor que Dios nos tiene, es que ya nada de este mundo merece ser entendido.
Se hace preciso que los padres cristianos tengan claro qué es lo que van a hacer con sus hijos, para que, hasta donde llega su responsabilidad, puedan tener la conciencia tranquila de que hicieron lo que debían.
Algunas reflexiones personales sobre esa relación tan peculiar, como la que une a hijos y padres, a raíz de algunas referencias a ello en la gran pantalla.
Las oraciones no son para doblegar la voluntad divina a la nuestra y el hecho de persistir en ellas es más bien para nuestro propio beneficio.
No prospera el recurso presentado por la Confederacion Católica CONCAPA, que acusaba de “discriminación” y “adoctrinamiento” al plan de estudios aprobado por el Parlamento, la LOMLOE.
Ni papá ni mamá han cambiado durante mi adolescencia y mi juventud. El que he ido cambiando he sido yo. Y mi forma de mirarles y entenderles.
Paramos en la ruta junto a la oración modelo, que nos muestra a Dios como Padre. La música y el cine se han acercado a esta enseñanza tan significativa de Jesús.
Tenemos la certeza de que mucho más cerca que la parentela de sangre está nuestro Padre celestial.
Es el momento de enseñar a nuestros hijos que la vida es mucho más que lo estrictamente material.
Este sábado concluye en Cuba la consulta popular sobre la nueva norma reguladora referente a las familias. Se espera que el texto definitivo vaya a referéndum en julio.
Le respetó y temió a partes iguales, era su padre, y siguió creciendo sano con el pan servido.
Necesitamos tiempo para estar con él, hablándole a través de la oración, escuchándole a través de su Palabra.
Una adaptación libre, en poema, de la oración universal.
Hace ya cien años que nació el hijo del escritor A. A. Milne. Su emocionante historia nos habla de la inevitable distancia entre padres e hijos.
Llegaron los primeros pasos, y sorprendentemente el niño no los dio hacia adelante sino hacia atrás.
Por un lado sus padres le atendían en los aspectos materiales, pero en la comunicación con ellos percibía un rechazo implícito.
Cristo reprendió severamente a quienes, en su intento por defraudar a sus progenitores, usaban este esquema piadoso con la consecuencia de que un mandamiento de Dios se ponía a un lado.
Siendo niño aún, llegaron unos monjes itinerantes a casa de los padres de Bonifacio. Impresionado por sus palabras tomó una decisión: de mayor quería ser como ellos.
Él decía para unas cosas que era Andrés y para otras que era José.
Desde aquel Getsemaní, en las horas más angustiosas, sintió la soledad humana, el desconsuelo, el miedo. Esos momentos teñidos de ausencia los vivió a solas con el Padre.
Quiero ir al recuerdo de un padre del que me acuerdo cada día de mi vida.
"Si fueren destruidos los fundamentos, ¿qué ha de hacer el justo?” (Salmo 11:3) es el vértice de la convocatoria nacional de oración del Grupo de Trabajo de la Mujer de la Alianza Evangélica y la Plataforma Seneca Falls.
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