El País ha publicado en su edición de este sábado un bochornoso artículo sobre el crecimiento de iglesias evangélicas en la zona de Carabanchel.
Pacheco se acercó a la benemérita traducción de la Biblia al castellano de Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera gracias a las lecturas que le compartió Carlos Monsiváis (1938-2010), protestante como aquellos.
Es ilógico pensar que en este siglo XXI tengamos que retomar las vías obscenas de siglos pasados, vías que sumieron a la humanidad en el atraso.
J.E. Pacheco, Fin de mundo (Desenlace). México, Era, 2000, p. 36.
Para Carlos Mondragón, por su amistad y compañerismo sinceros
Con la obtención del consagratorio premio literario que recibió en estos días en España y la consiguiente publicación de toda su obra en ese país (Tarde o temprano, Tusquets), la figura de José Emilio Pacheco se coloca, por fin, a la altura de otros escritores mexicanos que lo obtuvieron antes: Octavio Paz, Carlos Fuentes y Sergio Pitol, todos amigos suyos y sobre quienes ha escrito en algún momentoLas opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.